Este 04 de febrero se conmemoran 28 años del momento en que un puñado de militares rebeldes y revolucionarios quisieron cambiar la historia política, social y económica del país, mediante un acto de insurrección castrense que se hacía impostergable, debido a lo cansado que estaba el pueblo de las políticas fallidas de los gobiernos de la IV República.
Es en ese momento, que la figura del Comandante Hugo Chávez Frías, sale a la palestra pública, cuando al momento de no lograr el éxito a nivel militar, se enfrenta a los medios de comunicación y allí aprovechó para soltar ese “Por ahora” que lo dio a conocer en el pueblo venezolano y transformarse en una esperanza para los más humildes.
Ese célebre “Por ahora” es hoy día, 28 años después, una frase que se convirtió en la esperanza de un pueblo… Un pueblo que ahora dice “Comandante Chávez para siempre”.
Esa madrugada eterna
La madrugada del 4 de febrero de 1992, levantó al país en medio de una rebelión de militares, quienes en su intento por dar un frenazo al colapso en el que las clases dominantes habían sumergido al país, revivieron la esperanza maltratada de un pueblo en su lucha por la emancipación y la construcción de una sociedad más justa.
Los uniformados se identificaron como el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), movimiento político fundado a lo interno de las Fuerzas Armadas en 1983, bajo el pensamiento de Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, el legendario “Árbol de las tres raíces”.
Es importante destacar que el asalto al palacio presidencial de Miraflores, se inició a las 12 de la medianoche del 04 de febrero. Al mismo tiempo, asaltaron la antigua residencia presidencial La Casona y otras importantes ciudades del país. Los enfrentamientos fueron intensos en algunos casos.
Frustrado el intento de toma de Caracas, los insurgentes se rindieron, luego que las guarniciones del interior del país fueran recuperadas por las fuerzas leales al gobierno de Carlos Andrés Pérez, integrante del partido Acción Democrática (AD).
Chávez fue arrestado y privado de su libertad por fuerzas de seguridad. Su histórica alocución fue transmitida ante los medios de comunicación, en donde el Comandante asumía la responsabilidad del alzamiento, y ordenaba a los insurgentes que se mantenían luchando en Aragua y Valencia (al centro del país), que se rindieran para evitar mayores derramamientos de sangre, a la vez que pedía a sus partidarios deponer las armas.
Lo que vino después
A partir del 04 de febrero de 1992, la construcción de la nueva sociedad venezolana dejó de ser una utopía para convertirse en una necesidad posible, con sujetos y un liderazgo claro y capaz de motorizar el proceso revolucionario.
Vale acotar que esa fecha representa el chispazo que fortaleció al pueblo y lo enrumbó en la lucha por el rescate de la dignidad nacional.
Luego de eso, vino lo conocido, ya que estaban dadas las condiciones para arrancar un nuevo período que en 1999, significó el inicio del actual proceso revolucionario, el cual fue guiado por el ideal del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, lo que conduce al país hacia la materialización de un nuevo orden socioeconómico, de justicia, equidad e inclusión de las masas, que históricamente, fueron privadas de las grandes realizaciones, a causa de una mala distribución de la renta petrolera.
La campanada de alerta que brotó los ánimos para los nuevos tiempos, resonó fuerte ese 04 de febrero de 1992, con el inicio de un conjunto de acciones que llevaron al comienzo del inevitable proceso histórico que hoy vive el país.
Pero el deslinde señalado por la acción de ese día se inscribe ya en nuestra historia como el agua divisoria de la marcha del pueblo venezolano de un viejo sistema ya inconveniente.
Hoy más que nunca, es necesario mantener el aplomo y defender el legado del Comandante Hugo Chávez, porque es una fuente de inspiración en el ideal socialista para los nuevos tiempos, y fortalece el esfuerzo que realiza el presidente Nicolás Maduro para llevar a buen destino a la Revolución Bolivariana.
Prensa Digital MIppCI
