Un grupo violento de opositores al Gobierno del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, derribó la estatua del Presidente venezolano, Hugo Chávez, al conocer la victoria del jefe de Estado boliviano, en las elecciones presidenciales del domingo 20 de octubre en primera vuelta.
Los medios de comunicación en Bolivia, difundieron escenas de los incendios provocados en oficinas electorales de Chuquisaca y Potosí, así como otros ataques violentos de manifestantes opositores alrededor del centro nacional de cómputo, en La Paz, a unos 650 kilómetros de la ciudad de Riberalta, donde en el año 2013 fue inaugurada esta estatua.
De esta manera, se refleja la influencia antiintegracionista de un liderazgo en la oposición del continente, que expresa su odio ante los símbolos relacionados con quienes han liderado o lideran procesos de cambios anticapitalista; tal como fue con en el Gobierno del presidente Chávez.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia, publicó el resultado oficial de los comicios, con la ventaja de 10 puntos entre el presidente Evo Morales y el candidato Carlos Mesa, quien quedó en segundo lugar de la votación boliviana. Este resultado no es reconocido por la oposición violenta, la cual es apoyada por el Gobierno de Estados Unidos (EEUU).
Prensa Digital MippCI
