ESPECIAL | Mao Zedong: El Gran Timonel de la China revolucionaria

“Todos los imperialistas son tigres de papel, parecen poderosos pero en realidad no lo son tanto, es el pueblo el que es realmente poderoso”, así lo expresó Mao Zedong o también llamado Mao Tse-tun, el líder de la Revolución China, identificado por su pueblo como el “Gran Timonel”.

Mao Zedong nació en una familia trabajadora del campo en Shaoshan, provincia de Hunan, en China, el 26 de diciembre de 1893. Su infancia transcurrió en medio de la necesidad del trabajo, teniendo que abandonar los estudios a la edad de trece años para dedicarse de lleno al trabajo en la granja familiar.

Por su parte, al crecer, el joven Mao dejó la casa paterna, entró en la Escuela del Magisterio en Changsha, y comenzó a estudiar el pensamiento occidental. Luego se enfiló en el Ejército Nacionalista, ahí sirvió por seis meses. 

Tras su regresó a Changsha, fue nombrado director de una escuela primaria. Más adelante trabajó en la Universidad de Pekín como bibliotecario ayudante. En Pekín leyó a Bakunin y a Kropotkin, entre otros pensadores. Además conoció a Li Dazhao y Chen Duxiu, hombres clave para la revolución socialista china.

El 4 de mayo de 1919 en Pekín, estalló la protesta estudiantil contra Japón, en la que tomó parte activa Mao Tse-tung. Ya en 1921 participó en la creación del Partido Comunista de China (PCCh), y dos años después, formó una alianza con el Partido Nacionalista, en el que quedó como responsable de organización.

Al regresar a su ciudad natal, el sufrimiento de los campesinos fue la fuerza que promovería el cambio del país; idea que expresó al movimiento campesino en Hunan, pero la alianza con los nacionalistas se rompió, los comunistas y sus instituciones fueron disminuidas y la rebelión campesina, reprimida.

Ante la derrota, Mao fue a las montañas de Jiangxi, donde dirigió a las guerrillas contra el jefe de sus antiguos aliados Chiang Kai-shek. El Ejército Rojo, cuyo nombre fue dado a las milicias del Partido Comunista, ocupó distintas regiones rurales del país. “El ejército debe fundirse con el pueblo, de suerte que éste vea en él su propio ejército. Un ejército así será invencible”, señaló Mao Zedong.

En 1931 se proclamó la nueva República Soviética de China, en la que Mao fue elegido presidente, desafió al comité de su partido a abandonar la burocracia de la política urbana y centrar su atención en el campesinado. “Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a la luchar, y así hasta la victoria: ésta es la lógica del pueblo, y él tampoco marchará jamás en contra de ella”, aseguró el líder chino.

El año de 1934 Chiang Kai-shek cercó al Ejército Rojo, a lo cual Mao ejecutó la recordada Larga Marcha, desde Jiangxi hasta el noroeste chino; para ese entonces los japoneses invadieron el norte de China, lo que motivó la nueva alianza entre comunistas y nacionalistas para enfrentarse al enemigo común.

Después de la derrota de la Alemania nazi y del Japón imperialista, seguidores de Chang Kai-shek desencadenaron la guerra civil con ayuda de los imperialistas norteamericanos en 1946. En contraparte, el Ejército de Liberación Popular liderado por Mao Tse-tung, derrotó al ejército del Kuomintang, cuyos efectivos ascendían a varios millones de hombres.

El pueblo chino se liberó del yugo del imperialismo, y proclamó el 1 de octubre de 1949 a la República Popular China, formada por un Gobierno popular con Mao Tse-tung, el cual definió el nuevo poder con su obra “De la dictadura democrática del pueblo”.

“El problema actual es que muchos consideran imposible lo que podrían cumplir si se esforzaran”, así Mao mantenía su voluntad en la lucha.

La obra de Mao se constituyó como la base del Programa general del Consejo Consultivo de la República Popular China, en alianza de los obreros, campesinos y dirigida por la clase obrera en el PCCh. Alianza que logró inmensos éxitos, edificando los fundamentos del socialismo a lo chino.

Al principio siguió el modelo soviético para instaurar una República Socialista. Tiempo después introdujo cambios importantes y dio más importancia a la agricultura que a la industria pesada. “La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos”, destacó Mao como estadista.

En 1959, Mao Tse-tung dejó el cargo de presidente chino, pero conservó la presidencia del partido. Como presidente del PCCh, Mao desempeñó la campaña de una educación socialista, y destacó la participación popular como forma de lograr el socialismo. Durante ese período, la Revolución Cultural Proletaria de Mao, reorganizó el partido con la participación de la juventud en la Guardia Roja.

Además de líder, Mao Zedong se convirtió en el principal teórico marxista chino. “La filosofía marxista considera que el problema más importante no consiste en comprender las leyes del mundo objetivo para estar en condiciones de interpretarlo, sino en aplicar el conocimiento de esas leyes para transformar activamente el mundo”, así es parte de la esencia filosófica con que Mao formó y lideró al pueblo de China.

El maoísmo o pensamiento Mao Zedong, también llamado marxismo-leninismo-maoísmo (MLM), en la República Popular China es la doctrina oficial del Partido Comunista chino. El líder chino paso a la eternidad a los 83 años de edad, tal día como hoy en el año 1976 en Pekín.

“El comunista debe ser sincero y franco, leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar su intereses personales a los de la revolución”, fue una de las líneas ideológicas del líder comunista.

Sus restos mortales reposan en el mausoleo de la Plaza Tiannanmen, en la capital de China, pero sus ideas eternas, junto a sus grandes obras, continúan siendo defendidas e impulsadas por su pueblo, así como otros pueblos del mundo, y se recuerda cuando Mao aseveró que “vivir no consiste en respirar sino en obrar.”

En este sentido, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló que años después del triunfo de Mao Zedong, junto al pueblo con su revolución, “China ha demostrado que se puede ser una gran potencia sin querer dominar a otros pueblo del mundo”.

“La lucha de clases, la lucha por la producción y la experimentación científica son los tres grandes movimiento revolucionarios para construir un poderoso país socialista”, mantuvo el Gran Timonel del pueblo chino, Mao Zedong.

Prensa Digital MippCI

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