Declive en los precios del barril de petróleo en México

La industria petrolera de México registra el peor declive en dos décadas al bajar los precios del crudo ante la coyuntura sanitaria por la aparición del Covid-19.

En este sentido, el sector petrolero enfrenta en estos momentos un doble desafío: por un lado, la reducción de la demanda mundial de energéticos ante el freno de la actividad económica global por la pandemia del nuevo coronavirus, y la caída histórica de los precios de petróleo.

La mezcla mexicana de exportación, compuesta en esencia por crudos pesados y semipesados, experimentó una caída a 10,6 dólares por barril, la quinta parte del precio anual presupuestado por Pemex, de 49 dólares el tonel, arrastrada por la sobreoferta de crudo de Arabia Saudí, que derribó los precios internacionales.

En cumplimiento de un decreto emanado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la empresa estatal ha comenzado a implementar «medidas de seguridad emergentes» para su personal en sus instalaciones, lo que significa «reducir al mínimo necesario para continuar con sus actividades estratégicas».

José Luis Juárez, socio fundador de la firma mexicana Corporativo Pacific S.A. destacó que han comenzado a implementar turnos cíclicos tras la reducción del personal en las plataformas marinas, ya que el que laboraba regularmente en la sonda petrolera de Campeche, ahora es desplazada en helicóptero a tierra, incrementándose el proceso de evacuación.

Asimismo, explicó que sólo se está operando con el personal indispensable y de guardia, tanto en oficinas centrales como en las plataformas marinas. En líneas generales, las «Jornadas de Sana Distancia», decretadas del 23 de marzo al 30 de abril próximo, redujeron el ritmo de la actividad en la industria.

El personal administrativo trabaja dos días en oficina y dos más trabaja desde sus hogares. Sin embargo, todas las empresas del reservorio de hidrocarburos marinos más productivo de México en Campeche se mantienen operativas con un personal reducido a su mínima expresión.

Mientras, a 180 kilómetros al norte, en la zona de Villahermosa, capital de Tabasco, el panorama es totalmente diferente, ya que se han paralizado casi todas las actividades, tras la angustia general y el trauma psicológico que ha generado el contagio por Covid-19 del gobernador tabasqueño, Adán Augusto López.

En una entrevista realizada por la agencia de noticias rusa Sputnik, el también consultor del portal especializado Petroleumworld, Alexis Juárez Cao, dijo que «existe mucha incertidumbre entre los contratistas», si prevalecen los bajos precios del crudo.

«No sabemos si Pemex podrá cancelar sus contratos actuales o los renegociará para bajar sus costos», explicó el experto, posdoctorado en Energía por el Instituto Tecnológico de Monterrey.

Este temor está motivado por la mala experiencia que tuvieron los empresarios en 2014, durante la primera fase de la Reforma Energética en la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

«Sabemos del panorama de falta de liquidez que enfrentarán el Gobierno y Pemex, no sería la primera vez que los pagos se demoran mucho», consideró Juárez.

El peso de la industria petrolera mexicana en la economía se redujo a la mitad en una década, de 8 a 4 %, pero casi 20% del presupuesto del Gobierno depende de los impuestos de Pemex.

Prensa Digital MIppCI / Redes Sociales / AVN

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