Más de 25.000 investigadores, 654 instituciones asociadas de 51 países de los cinco continentes, 700 programas de maestría y doctorado, 110 grupos de trabajo, 1.000 libros publicados y disponibles gratuitamente en línea, y 10 millones de descargas anuales de documentos virtuales.
Estos datos resumen la labor del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), fundado en 1967 como un organismo internacional, de carácter no-gubernamental y status asociativo, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Recientemente, el Centro de Estudios de la Ciencia del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (CEC-Ivic) fue aceptado como Centro Miembro del Clacso.
Esta dependencia fue creada como Departamento en 1976, por el médico Marcel Roche, primer director del Ivic, y elevada a la categoría de Centro en 2009. Desde 1993, coordina el programa de posgrado en Estudios Sociales de la Ciencia.
Además de explorar la dimensión histórica y social de la ciencia, tecnología e innovación, el CEC-Ivic fomenta la construcción de capacidades para los estudios sociales de la ciencia y tecnología en el país.
La afiliación al Clacso le permitirá al CEC-Ivic la oportunidad de conectarse de manera directa con la generación e intercambio de conocimientos entre las diversas tradiciones epistemológicas de la región latinoamericana y caribeña, por ejemplo, mediante el acceso abierto a más de 80.000 textos.
“También nos ofrece la posibilidad de interrelacionarnos con problemáticas comunes sobre temas de gran interés global, como el cambio climático, ecología política, ciencias sociales y políticas científicas, epistemologías del sur, desigualdades y pobreza, feminismos y políticas de género, economía y políticas del desarrollo, entre otros”, aseguró Marhylda Rivero, socióloga del Laboratorio de Ecología Política del CEC-Ivic.
Abriendo las fronteras del saber
Entre los objetivos del Clacso figuran la promoción de la investigación social para combatir la pobreza y desigualdad, el fortalecimiento de los derechos humanos y la participación democrática; y el impulso del pensamiento crítico y la investigación académica comprometida con la justicia social y ambiental.
De allí la relevancia de formar parte del Clacso, no solo para el Ivic sino para el país en su conjunto. “¿Cuál es el papel de la ciencia en la Venezuela que se planteó la superación del modelo rentista y la lucha contra las desigualdades? Reflexionar sobre la ciencia que hacemos y para quiénes la seguimos haciendo es fundamental”, aclaró Rivero.
En el Clacso hay 39 Centros Miembros y 1 Red Asociada procedentes de Venezuela, equivalente al 6% del total de instituciones adscritas, por detrás de Colombia (84 Centros y 14 Redes), Argentina (83 Centros y 6 Redes) y Brasil (69 Centros y 6 Redes).
Algunas de las instituciones venezolanas adscritas al Clacso son: Centro de Estudios de la Mujer y Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (UCV); Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), Centro de Estudio de Economía Política de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Fundación Centro Internacional Miranda y Fundación Escuela Venezolana de Planificación.
El Centro de Estudios de la Ciencia es la segunda dependencia del Ivic en ser Miembro del Clacso. La primera fue el Centro de Estudios de las Transformaciones Sociales, Ciencia y Conocimientos.
A partir de este momento, las ciencias sociales venezolanas cuentan con una ventana adicional para romper la brecha casi histórica entre los centros productores de conocimientos, las instancias formuladoras y ejecutoras de políticas públicas y las comunidades.
Tal desconexión se ha traducido en una “falta de comprensión del papel que realmente tienen las ciencias sociales en su capacidad de contribuir e incidir significativamente en procesos como la reducción de la pobreza y las desigualdades, y en la búsqueda de alternativas a la crisis civilizatoria global”, señaló Rivero.
La Secretaría Ejecutiva del Clacso está ubicada en Buenos Aires, Argentina, y en los Estados Unidos de América.
Prensa Digital MippCI/MPPEUCT
