Beatificación de José Gregorio Hernández lo hace más vivo que nunca en sus creyentes

Hoy se cumple otro aniversario del día en que el doctor José Gregorio Hernández dejó la vida terrenal y con la reciente beatificación otorgada por el Papa Francisco, el médico del pueblo sigue más vivo que nunca dentro de su feligresía y la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), envía este trabajo actualizado que presentamos.

«A 101 años de la siembra de nuestro Beato, Dr. José Gregorio Hernández, me uno a la oración del pueblo venezolano que hoy renueva su fe y esperanza, agradeciéndole a nuestro Santo por interceder, a través de su poder milagroso, en esta batalla que damos por la salud de Venezuela», expresó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Twitter, a propósito de esta fecha.

José Gregorio Hernández, amado por curar a miles y miles de enfermos, tanto en vida como más allá de la muerte. Falleció el 29 de junio de 1919, poco después de las 2:00 de la tarde. Por si fuera poco, el título de Doctor en Medicina de la Universidad Central de Venezuela le había sido conferido hacía 31 años, el 29 de junio de 1888. ¿Coincidencia?

«Como hacía siempre, se levantó poco antes de las cinco y rezó el Ángelus; luego dirigió sus pasos al vecino templo de la Divina Pastora donde oyó misa y comulgó. Cuando salió de allí el frío había amainado, miró en torno suyo, saludó cordialmente a los vecinos y fue a cumplir con la tarea que se impuso como ofrenda, muchos años antes en la tumba de su madre: atender y dar aliento diario a sus enfermos más pobres», cuenta un artículo publicado en el portal Crónicas del Tánatos.

Los historiadores y cronistas cuentan que el mismo día de su muerte, fue atropellado, José Gregorio le comentó a un amigo: «Voy a confesarle algo: Yo ofrecí mi vida en holocausto por la paz del mundo… Ésta ya se dio, así que ahora solo falta…».

El doctor del pueblo, que atendía a sus pacientes más humildes y a quienes ayudaba sin cobrar, fue atropellado ese 29 de junio por Fernando Bustamante, un hombre de 28 años de edad.

«Ni él pudo ver el carro, ni yo lo pude ver a él», relataría 30 años después el conductor del automóvil Fernando Bustamante a un reportero venezolano.

Prensa Digital MIppCI / AVN / Gráfica Redes Sociales

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