La cultura venezolana ha sido siempre muy diversa, y más todavía sus expresiones artísticas, siendo César Rengifo uno de sus mayores exponentes.
Rengifo fue un pintor y dramaturgo nacido en Caracas el 14 de mayo de 1915 y fallecido el 02 de noviembre de 1980, siendo representante de las tendencias realistas en la pintura venezolana inspiradas por la pintura mexicana, junto con Héctor Poleo, Pedro León Castro y Gabriel Bracho
Este artista se formó en México, donde tuvo una gran influencia de Diego Rivera, con lo que logró un estilo y técnica que se apartó de la preceptiva de la Escuela de Caracas y dio relevancia al mensaje social de la pintura.
Su temática fue rural para el que adoptó una técnica que se aproxima a la de los primitivos italianos de empaste liso y efectos de relieve y claroscuro obtenidos con los tonos sombríos.
Su camino al estrellato
Para llegar a transformarse en una estrella latinoamericana de lo artístico, Rengifo tuvo que esperar hasta 1939, cuando realizó un curso de artes gráficas en la reformada Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas.
Esa misma fecha tuvo su primera exposición individual en el Museo de Bellas Artes, iniciándose desde ese momento una actividad plástica que solamente ha interrumpido para dedicarse a escribir obras para el teatro con la misma concepción que tiene su pintura: se revelaba entonces como un importante autor teatral del género realista.
Colombia esperó por ver su talento para 1945, momento en el que, junto a Alejandro Otero y Pedro León, expuso la muestra «Joven pintura venezolana» en la Biblioteca Nacional de Bogotá. En 1948, en torno a un intenso debate sobre el Realismo Socialista en el Instituto Venezolano-Soviético de Caracas, César Rengifo —uno de los más convencidos defensores de los postulados del realismo de contenido político-ideológico marxista— sostiene que el abstraccionismo era una corriente decadente de la cultura occidental.
Hay una obra que es histórica de esta artista, y esa es el Mural «Creadores de la nacionalidad», ubicado en el Paseo Los Próceres de Caracas, hecho en 1973.
Otra parte destaca
La otra actividad artística que hizo sobresalir a César fue el teatro, lugar en el que desde 1938 comenzó su carrera, teniendo como eje temático la cambiante realidad de la Venezuela contemporánea, el petróleo, la opresión de los marginados y, de alguna manera, la contribución a la emancipación del proletariado moderno.
Vale acotar que su obra es agrupada en distintos ciclos por la crítica entre ellos el que refiere a la Conquista con las obras: Curayú o El vencedor, Oscéneba, Apacuana y Curiacán, en donde desarrolla personajes indígenas, escribe desde la visión del vencido.
Desarrolló el realismo social con lecturas actualizadas de Bertolt Brecht, uno de los grandes pensadores de la izquierda.
Pictorialismo en un gran porcentaje
Su pintura se caracteriza por su carácter literario, en donde está presente su concepción sobre el Realismo Social concebido como el reflejo de la realidad nacional, y en donde el campesino está presente.
El tema principal de su pintura es el campo venezolano, humanizado por la figura de los tipos campesinos criollos; el paisaje en ruinas, donde se levantan cielos oscuros o presagiosos a los que la tierra comunica su propio color.
Lo muralístico también valió
A pesar que se comenta muy poco entre los especialistas de su obra muralista, el artista caraqueño fue muy resaltante en eso, a tal punto que sus obras han resaltado a lo largo del tiempo.
Es importante recordar que fue el pintor de los pobres, reivindicó a los humildes, no con un arte panfletario, sino con un estilo plástico propio, mezcla de realismo con impresionismo donde el tema de la pobreza es predominante, su maestro mexicano Diego Rivera dejó esta impronta social en Rengifo.
En fin, su historia ha sido tan rica que hasta existe un Movimiento Teatral que se llama César Rengifo y un Teatro que funciona en la parroquia Petare, municipio Sucre, estado Miranda.
Este artista fue un adelantado a su tiempo.
Prensa Digital MippCI
