«Venezuela es tierra de paz, a pesar de que algunos terroristas han intentado profanar nuestros templos, nuestras tradiciones de Semana Santa, nosotros le consagramos a nuestra tierra al Santísimo Sacramento», así lo expresó el padre Gabriel Henríquez, capellán de Caracas y vicecanciller de la Santa Iglesia Anglicana de Venezuela.
La información la dio a conocer, este viernes, en la sede del Concejo Municipal de Caracas.
«Buscamos la unión, sean de oposición o sean chavistas, somos sacerdotes para todos, que el cura tenga su postura política es una cosa, la Iglesia sí debe ser apolítica, que cada quien asuma su discurso y no mezcle a toda la Iglesia en opiniones políticas particulares», enfatizó Henríquez.
El sacerdote resaltó que «Jesús está en la calle, todos los días, con nosotros y nos lo tropezamos en el Metro, en la camioneta, en nuestro trabajo, en los hospitales, cárceles, escuelas, en las UBCH, en los círculos de lucha está el Nazareno».
Henriquez exhortó, «no es nada más para un sector, que ha querido hacerse de la Iglesia, como aquellos que no querían sacar la procesión del Nazareno, les decimos que Jesús está en la calle, en cada uno».
«No lo busques en el cielo ni montado allá arriba en una iglesia, búscalo aquí abajo en la tierra, búscalo en tu hermano que sufre, en las personas que no tienen amor, que no tienen paz y, allí, seguramente, lo vas a encontrar», reflexionó el sacerdote.
Asimismo, Henríquez aseguró que «la Iglesia debe ir a la gente, no al revés, busquemos donde está el pueblo, salir de los templos de oro y de esos claustros que huelen a polvo y vamos con el pueblo, con la gente, a las comunidades, a decirles que Cristo está muriendo por ti, pero no se va a quedar así, sino que va a resucitar».
El capellán de Caracas aseguró que «lo más importante es la compañía del pueblo (…) fuimos a recorrer los siete templos con el pueblo, con el barrio, caminando por nuestras iglesias históricas, llevando a cabo nuestras tradiciones, por encima de los miedos, guerra, terror que nos han querido imponer, la fe cristiana, la devoción del bravo pueblo de Caracas se sobrepuso a eso».
«Celebramos una misa en la plaza Bolívar con el cielo como templo y la estatua del Libertador con mucho cariño y además, este viernes, vamos a celebrar la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo en la plaza Bolívar, con el pueblo en la calle», detalló Henríquez.
«La Teología de la Liberación no es más que la teología de Cristo, el amor por el pobre, por el necesitado, hacer de lo complicado lo más simple para que sea más digerible para la gente», relató, a la vez que afirmó que «Dios habita en el barrio, en los campesinos, en los asentamientos indígenas, ahí está Jesús; más que en un templo de roca».
El padre explicó que «en un momento de angustia, como el que vive Venezuela, por la guerra económica, queremos que la gente reflexione sobre eso, Jesús está en el huerto de Los Olivos, clamando por Venezuela, porque haya paz y se acabe el terrorismo definitivamente en este país, para que venzamos definitivamente esta guerra económica que ha traído tanta desilusión y tristeza a los hogares venezolanos por causa de algunas familias con chequera».
Prensa Mippci/Iris Iglesias
