The Guardian usa a voceros de la oposición para mentir sobre la malaria en Venezuela

fumigacionUn brote de malaria ocurrido en un sector del estado Miranda y controlado a tiempo por las autoridades sanitarias le ha servido al diario británico The Guardian para armar una historia fraudulenta contra Venezuela en la cual el único vocero consultado por el periódico es un funcionario del equipo del líder opositor Henrique Capriles Radonski.

Gustavo Villasmil, director de Salud de Miranda, es el narrador principal de este relato de ficción que The Guardian presenta como pieza periodística que pretende describir una situación real de crisis de salud en Venezuela.

La primera falsedad está contenida en el título del trabajo: “La malaria regresa a Venezuela después de medio siglo”, afirmación que queda desmentida en el propio reportaje firmado por la periodista Virginia López cuando admite que la proporción de personas infectadas en lo que va de año es menor que la reportada durante el mismo período de 2013.

Jesús Toro, director general de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, aclara la situación y afirma que el reportaje se basa en información incorrecta: “Desde agosto del año pasado tenemos una situación favorable en cuanto a la incidencia de malaria. Hasta el 3 de mayo se han registrado 26.509 casos a nivel nacional en 2014, mientras que el año pasado para esta misma fecha la cifra fue de 30.037 casos, lo que representa una disminución de 11,7 por ciento”, explicó Soto, responsable del programa nacional antimalárico.

Otra falacia de The Guardian está expresada en el primer párrafo del reportaje cuando asegura que la malaria se ha extendido desde la selva hasta los centros urbanos. “No ha habido transmisión de malaria en ninguna ciudad de Venezuela en los últimos 15 años, hace mucho que la enfermedad dejó de ser urbana”, afirmó Toro.

Para apoyar el supuesto ingreso de la enfermedad a zonas urbanas, el reportaje menciona el brote ocurrido en El Quilombo, área localizada en las afueras de la población costera de Higuerote que difícilmente califica como urbana.

“Es una área de una invasión en las afueras de Higuerote donde hay manglares. Allí llegaron personas del estado Bolívar que vinieron a un culto evangélico. Algunas de esas personas llegaron con paludismo e infectaron a los mosquitos autóctonos. Se fumigó, se dio tratamiento a los enfermos y se eliminó el foco”, dijo Soto. En total resultaron infectadas con malaria 17 personas en El Quilombo y no 32 como se afirma en el reportaje que también omite el hecho de que hace dos meses no se presenta ningún caso en el lugar.

“En los programas internacionales de control de malaria están establecidas las acciones pertinentes cuando se presentan estos brotes, estas acciones se cumplieron a cabalidad, tanto es así que no hubo más casos”, apuntó el doctor Jesús Toro.

“Nadie me llamó”
Otra afirmación sin sustento contenida en el reportaje de The Guardian es la presunta falta de colaboración del Ministerio de Salud con las administraciones sanitarias de los estados donde la oposición es gobierno.

“Eso es completamente falso, en el estado Miranda ha habido cooperación con distribución de insecticidas y medicamentos antimaláricos. Es desagradable y va contra la ética utilizar las enfermedades que azotan a nuestros pueblos con fines político-partidistas”, dijo Jesús Toro.

El responsable de las políticas antimaláricas de Venezuela criticó a The Guardian por usar como única fuente para el reportaje a Gustavo Villasmil, miembro del equipo de gobierno de Henrique Capriles Radonski.

“Gustavo Villasmil es quien está hablando de política, yo no, tanto es así que se se eliminó el brote de paludismo de Miranda, si hubiese habido obstáculos políticos todavía estuviera el brote en Miranda. Que deje de usar la salud con fines mezquinos, la salud es un tema de alta política nacional, no de baja politiquería”, añadió.

Jesús Toro lamentó que la periodista no hubiese utilizado las fuentes oficiales para redactar su trabajo y le recordó que en la página web del Ministerio de Salud se publica todas las semanas un boletín epidemiológico con cifras sobre la incidencia de cada una de las enfermedades que afectan a los venezolanos.

Desmintió que el diario haya tratado inútilmente de contactar al ministro de Salud para obtener la versión oficial. “Que digan a quién contactaron. A mí, que soy el responsable, no me han llamado. Siempre ha sido de interés de nuestro gobierno mantener informado al pueblo, más aún con las cifras oficiales de malaria, estamos muy interesados en responder”, dijo Toro.

Prensa Minci

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