«El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en más de 17 puntos en el sector construcción es un indicador de que aquí todo el mundo está haciendo viviendas», explicó Ramírez, quien también resaltó el peso que tienen en ese índice los convenios internacionales signados por Venezuela para impulsar la edificación de hogares dignos.
El también ministro de Petróleo y Minería recalcó que la cooperación en ese ámbito proviene principalmente de las alianzas del gobierno nacional con países como China, Rusia, Bielorrusia y Brasil, lo cual ha permitido industrializar la construcción en todo el territorio.
Con los acuerdos internacionales, además de la construcción de viviendas se han instalado plantas de concreto, fábricas de perfiles y se ha incrementado la capacidad de producción de cemento, agregó Ramírez.
El coordinador del Órgano Superior enfatizó que la cooperación de otros países no implica la exclusión de las constructoras locales: «no hay constructor nacional que no esté participando en la misión vivienda», ratificó.
Ramírez también explicó que en 60% de los logros alcanzados por la Gran Misión Vivienda Venezuela ha participado el pueblo, organizado en brigadas de construcción.
La incorporación del poder popular ha permitido edificar viviendas por un costo que oscila entre los 90 mil y 110 mil bolívares: «es muy económico», acotó el ministro.
AVN
