Planta extrusora de Alcasa impulsa nuevo modelo de producción del sector aluminio

Con la puesta en funcionamiento de la nueva Planta Extrusora de la empresa Aluminios del Caroní (Alcasa) se rompe con el modelo de la simple producción y exportación de materias básicas que había degenerado una grave crisis técnica y financiera debido a la falta de inversión y la obsolescencia tecnológica sufrida durante los gobiernos privatizadores anteriores a la Revolución y la caída del mercado mundial de este metal.

Así lo indicó el presidente de Alcasa, Angel Marcano, durante la puesta en funcionamiento de esta nueva planta, realizada este martes con presencia del Presidente de la República, Nicolás Maduro, miembros de su gabinete ejecutivo y trabajadores de las empresas básicas tutelada por la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).

Marcano explicó que esta planta permitirá la transformación del esta materia prima en productos que serán utilizados directamente para la construcción de viviendas.

En 2009 el Presidente Hugo Chávez apoyó la propuesta de los trabajadores de desmantelar las obsoletas líneas 1 y 2 y construir en su lugar una planta que transformara el aluminio producido en las líneas 3 y 4 en perfiles para puertas y ventanas, destinadas al mercado nacional de la construcción y especialmente, de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).

Este proyecto permitiría además nivelar las finanzas de Alcasa, pues una tonelada de aluminio primario tiene un precio internacional de apenas 2.000 dólares, mientras que cada tonelada de perfiles y otros productos con valor agregado puede llegar hasta los 5.000 dólares por tonelada.

En 2012 se aprobó el financiamiento del proyecto a través del Fondo Pesado y de Largo Plazo China-Venezuela, por un monto de 55 millones de dólares y en apenas 11 meses los trabajadores de Alcasa y los técnicos de las empresas italianas Predieri y Presezzi construyeron, equiparon y pusieron en prueba esta planta.

Marcano indicó que la planta se alimenta con cilindros de aluminio que son calentados y moldeados a altísima presión en forma de perfiles tubulares de 7 y 8 pulgadas, los cuales se utilizan para armar marcos de puertas y ventanas, así como ventanas corredizas.

“Esta planta puede sustentar a su vez otra cadena conformada por empresas, cooperativas y microempresas dedicadas a armar estos marcos. Aquí estamos viendo un verdadero desarrollo aguas abajo de la industria básica del aluminio”, refirió.

En materia energética, Marcano destacó que las antiguas líneas 1 y 2 consumían 68 megavatios de electricidad mientras que esta planta Extrusora apenas consume 7 megavatios, lo que contribuye con el plan de eficiencia eléctrica del Gobierno Bolivariano, entre otras ventajas.

Señaló que las perspectivas a futuro son prometedoras, pues la planta Extrusora podrá ampliar su producción a perfiles estructurales, es decir, a vigas tubulares y otras piezas listas para armar edificios, viviendas y otras formas de construcción requeridas por las comunidades.

Resaltó que además de esta planta, el Gobierno Bolivariano también ejecuta otros proyectos de ampliación y modernización, por casi 400 millones de dólares, en las áreas de Reducción y Laminación, que en menos de dos años podrán convertir a Alcasa en una empresa modelo dentro de la industria del aluminio a nivel continental.

AVN

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