El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este miércoles que su Gobierno intensificará las agresiones militares en Siria e Irak, a través de una «campaña de ataques aéreos». Justificó estas nuevas intervenciones contra los pueblos árabes con la excusa de combatir agrupaciones terroristas que analistas de la región han denunciado son organizadas, entrenadas y financiadas por el propio gobierno de Obama.
Durante su intervención en la 69° Asamblea General de Naciones Unidas, que se desarrolla en Nueva York, Estados Unidos, precisó que este nuevo ataque de su país tendrá efecto con la capacitación y equipamiento de otras fuerzas irregulares que también operan en la zona, como es el caso de los mercenarios que han intentado derrocar al gobierno de Siria.
«El grupo terrorrista como ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria) debe ser debilitado y, en última instancia, destruido (…) El único idioma que entienden asesinos como estos es el de la fuerza, así que los Estados Unidos de América van a trabajar con una amplia coalición, a fin de desarticular esta red de muerte. En esto no estamos solos, ni tenemos previstos enviar soldados estadounidenses para ocupar territorios extranjeros, al contrario ayudaremos a los iraquíes y a los sirios que están luchando para recuperar sus comunidades», expresó Obama, quien recibiera el Premio Nobel de la Paz 2009, y quien omitió hacer mención a la invasión realizada por su país contra Irak y su esfuerzo permanente por desestabilizar al Estado en Siria.
Aseguró que esta decisión cuenta con el aval de más de 40 países, al tiempo que pidió al resto del mundo sumarse a esta agresión.
El discurso del presidente de Estados Unidos se produjo en medio de intensas críticas de la sectores políticos, así como algunos medios de comunicación de ese país, que se muestran adversos a esta decisión de prolongar en Siria este ataque imperial.
Por otra parte, y en defensa de la política desestabilizadora de Estados Unidos que llevó al golpe de Estado en Ucrania, durante su derecho de palabra, Obama incrementó su hostilidad contra Rusia, país que se opone a la violencia emprendida por el la derecha ucraniana en el gobierno contra los ciudadanos que le rechazan.
Al respecto, tras anunciar el pasado 11 de septiembre que su Gobierno sancionará a los sectores financiero, energético y de defensa rusos, hoy expresó que esa nación «tendrá que pagar un alto precio por su agresión», por lo que dijo que «enfrentaremos la falsedad con la verdad y les pedimos a los demás que se sumen a nosotros y se pongan del lado correcto de la historia».
Canadá, Australia y Japón, entre otros países, han asumido una posición similar imponiendo sanciones económicas que afectan la industria petrolera y de defensa de Rusia, productos de doble uso y tecnologías sensibles, para castigar la adhesión, mediante un referendo, de Crimea —antes perteneciente a Ucrania— a la Federación Rusa.
Igualmente, el mandatario norteamericano aseveró que su Gobierno, que ha impuesto sanciones económicas contra Irán por el desarrollo de su programa nuclear que Teherán ha reiterado tiene objetivos pacíficos, busca una solución diplomática a este tema.
«Estados Unidos está buscando una solución diplomática a la cuestión nuclear iraní, como parte de nuestro compromiso de frenar la propagación de armas nucleares y de buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares. Esto solo se puede lograr si Irán aprovecha esta oportunidad histórica. Mi mensaje a los líderes y al pueblo de Irán ha sido muy sencillo y sistemático, no dejen que se les escape esta oportunidad. Se puede llegar a una solución que responda a sus necesidades energéticas, al tiempo que se le garantiza al mundo que su programa es con fines pacíficos», mencionó Obama.
Casi al finalizar un discurso que por más de 30 minutos versó acerca de la injerencia norteamericana en los asuntos internos de otras naciones, el jefe de Estado estadounidense se refirió por breves instantes a los conflictos que vive su país.
Al respecto, mencionó los sonados casos de asesinatos de dos ciudadanos afroamericanos a manos de policías blancos en la localidad de Ferguson, estado de Missouri, que desató una ola de protestas por el latente problema del racismo que persiste en esa nación.
«Tenemos nuestros propios problemas de tensiones étnicas y raciales. Estados Unidos es un país que ha trabajado con el fin de solucionar sus problemas, hacer que nuestro país sea más perfecto. Luchamos por nuestros ideales y porque estamos dispuestos a criticarnos cuando no estamos a la altura de estos ideales, porque insistimos en que haya libertad de prensa, porque respetamos el estado de derecho, dando cabida a las personas de todas las razas y religiones», agregó.
AVN
