Este miércoles santo, los devotos de todo el país visitan la emblemática imagen del Nazareno de San Pablo, ubicada en la basilica de Santa Teresa, en el Centro de Caracas.
El pueblo caraqueño celebrará la tradicional misa y a continuación, se dará inicio a la procesión del Nazareno, que recorre cada año el Casco Histórico de la ciudad.
Desde la noche de este martes, los feligreses, provenientes de Caracas y otras partes del país, se congregaron en los alrededores de la basílica para expresar su fervor religioso.
La imagen fue tallada por Felipe de Ribas en madera de pino de Flandes, en Sevilla, España, en el siglo XVII. Representa a Jesucristo, cargando la cruz, en la séptima estación del Viacrucis.
Al llegar a Caracas, fue ubicado en la iglesia de San Pablo Ermitaño, por lo que se le conoce como Nazareno de San Pablo. Viste una túnica púrpura, bordada en hilo de oro y plata.
Cuenta la tradición que al escultor, después de terminar de tallar la imagen, el Nazareno se le aparece y le dice: «¿Dónde me has visto, que tan perfecto me has hecho?«.
Hace más de 400 años, en la esquina Miracielos, en el Centro de Caracas, se produjo una hazaña, reconocida como milagro por la feligresía, cuando en una procesión, la imagen tropezó con un limonero, del cual se desprendió esta fruta, que fue la cura efectiva para una epidemia de vómito negro o escorbuto, que había cegado la vida de cientos de personas.
Desde entonces, es venerado el Nazareno, que hoy, recibe a miles de venezolanos que mantienen esta devoción viva en la idiosincracia y cultura venezolana. Los creyentes se movilizan desde distintos puntos del país, vistiendo una túnica color morado, en honor al Nazareno, al que le rinden culto y le pagan promesas por los milagros realizados.
Este miércoles santo, el pueblo venezolano se congrega en la procesión del Nazareno y reafirma su espiritualidad, devoción y voluntad de paz, unidad y amor.
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