La viceministra de Redes de Salud, Miriam Morales, insistió hoy en el llamado a la práctica constante de las medidas preventivas contra la Ah1n1, un subtipo de influenza que afecta a los humanos y se transmite de persona a persona de forma muy similar al proceso de contagio de la gripe estacional, es decir, a través de la tos y los estornudos, o llevando las manos a la boca y la nariz después de tocar algo infestado con el virus.
«Todo este tiempo hemos tenido vacunas y hemos vacunado ampliamente a la población desde el año 2010, cuando llegó el virus a nuestro país, pero las medidas preventivas deben tomarse los 365 días del año, las 24 horas, incluso las personas que se vacunan igual deben ser precavidas», dijo, al declarar este jueves sobre el tema en Unión Radio.
Las medidas de prevención ponen el acento sobre el lavado frecuente de las manos. Los médicos recomiendan a las personas con síntomas gripales cuidarse mucho de estornudar y toser con un pañuelo, preferiblemente desechable; combatir la fiebre y el malestar con antipiréticos, como el acetaminofén; beber abundante agua y evitar el contacto con las personas que somatizan la gripe.
Morales recordó que la Ah1n1 forma parte de la circulación de virus respiratorios en cualquier país del mundo.
«Todos los años en todos los países del mundo tenemos circulación de virus respiratorios. Para los países que tienen marcadas diferencias estacionales es mucho más marcada la ocurrencia de estos problemas en invierno. En los países donde no se perciben las cuatro estaciones, como Venezuela, la circulación de estos virus ocurre todo el año. En el caso de la Ah1n1, se registran algunas elevaciones por esta época y también hacia finales del año», añadió.
De igual modo, explicó que la vacuna contra el virus protege por un año. Es decir, que las personas que se vacunaron en 2012 están protegidas.
Con relación al año que corre, la ministra de Salud, Isabel Iturria ha dicho que esta vacuna es una de las que conforman el esquema completo de inmunización en Venezuela, y que ya se aplicaron más de tres millones a igual número de personas entre los llamados grupos vulnerables.
Tales grupos incluyen embarazadas; lactantes y niños pequeños, especialmente los menores de dos años; personas de cualquier edad que padecen ciertas enfermedades crónicas, como asma bronquial o neumopatías, cardiopatías, diabetes sacarina, nefropatías o algunas enfermedades del sistema nervioso; personas mayores de 65 años; trabajadores de los centros de salud; y personas con cáncer y VIH.
AVN
