Más de 33 mil facilitadores de la Misión Robinson llevan luz del conocimiento a los venezolanos

Un total de 33 mil 753 facilitadores de la Misión Robinson, desplegados en los 135 municipios de Venezuela, llevan la luz del conocimiento a todos los rincones del país, alfabetizando a todos aquellos venezolanos y venezolanas que aún no sepan leer y escribir.

Así lo señaló este viernes la profesora Marisol Calzadilla, Directora General de la referida Fundación que tiene actualmente 246 mil 607 participantes adultos que pudieron estudiar o abandonaron su instrucción formal.

“Los facilitadores buscan en los sitios más insospechados a los adultos en sus hogares para conquistarlos, enamorarlos y convencerlos que tienen derecho a aprender (…), eso genera cambios en la vida de las personas y de sus familias. No necesitan un espacio especial académico; funciona cualquier lugar”; manifestó la docente durante una entrevista en el programa “Contrastes” de Venezolana de Televisión.

Calzadilla recordó que, gracias al empleo del método “Yo sí puedo” desarrollado por especialistas de Cuba, y el apoyo de asesores de la isla caribeña, el 28 de octubre de 2005 Venezuela fuera declarada “Territorio Libre de Analfabetismo” por la Unesco.

El título se consiguió gracias a la alfabetización 1.482.543 jóvenes y adultos de todos los sectores de la población, incorporados en las poblaciones rurales, urbanas, indígena y penitenciaria, quienes dejaron de ser excluidos del sistema educativo venezolano.

ETAPAS

La Misión Robinson, inspirada en Simón Rodríguez, fue creada en 2003 con el objetivo de pagar la deuda social en materia educativa para erradicar el analfabetismo y promover la comprensión lectora de la población.

Su primera etapa está destinada a la alfabetización; la segunda, a culminar estudios de primaria (6° grado). La tercera fase, conocida como “Círculos de Lectura”, tiene la finalidad de difundir y establecer el hábito de la lectura, para el reforzamiento y actualización de temas políticos, económicos, sociales y culturales de interés nacional.

Cuando culminan la primaria, los discentes pueden ingresar a la Misión Ribas para conseguir el bachillerato y despues se inscriben en la Misión Sucre, programa alternativo de inclusión a la educación universitaria.

“Tenemos facilitadores que vienen de las mismas filas de la Misión Robinson. Realizan este círculo de aprendizaje y vienen a devolver los esfuerzos y a impulsar el desarrollo pleno de los ciudadanos en la sociedad”, concluyó Marisol Calzadilla.

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