Maestros venezolanos celebrarán su día en la plaza Bolívar de Caracas

Con una actividad en la plaza Bolívar de Caracas el martes 15 de enero, el Ministerio de Educación honrará a los maestros venezolanos en su día, informó la titular de este despacho, Maryaan Hanson.

A través de un contacto con Venezolana de Televisión, Hanson hizo un llamado a los educadores del país a hacer de este día, más que una efeméride, la oportunidad de «asumir el acto pedagógico cada día con amor, pero también desde una perspectiva científica para fortalecer esta democracia participativa y protagónica».

Desde 1945, cada 15 de enero se celebra el Día del Maestro en homenaje a los educadores venezolanos y para recordar la creación de la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Pública el mismo día del año 1932.

Ante las constantes intromisiones en los asuntos gremiales que cometía el gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez, un grupo de educadores, en el que participaba Luis Beltrán Pietro Figueroa y Manuel Suniaga, resolvió reunirse el 15 de enero de 1932 en la esquina de Cují, Caracas, para formar una agrupación que velara por la defensa de los derechos de los maestros y permitiera mejorar la educación.

Fue después, durante el gobierno de Isaías Medina Angarita, que se utilizó este evento como símbolo de la unidad magisterial y se decretó la celebración del Día del Maestro venezolano el 15 de enero de cada año.

La fecha es propicia para refrescar el legado de insignes pedagogos venezolanos, cuyos nombres han trascendido las fronteras del país, como Simón Rodríguez y Andrés Bello.

Maestro del Libertador Simón Bolívar, el filósofo y pedagogo Simón Rodríguez, profesor de lectura y escritura para niños, nombrado por el Cabildo de Caracas en 1791, publicó en 1794 uno de sus primeros ensayos sobre el ejercicio docente: Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento.

El maestro siempre insistió en la educación popular como la base del progreso de las naciones. También inculcó el pensamiento creativo, el razonamiento científico, el desarrollo tecnológico y la originalidad como atributos inherentes al proceso de enseñar.

En 1797, tras haber sido descubierto en una conspiración antiespañola, tuvo que huir del país y se radicó en Jamaica, donde cambió su nombre al de Samuel Robinson, denominación que acompaña la tarea alfabetizadora Misión Robinson en Venezuela, que se inició en 2003 y  ha permitido enseñar a leer y a escribir a un millón 756 mil 250 personas en todo el territorio nacional.

Retomado en el discurso del presidente Hugo Chávez, justamente el pensamiento de Simón Rodríguez le sirvió al mandatario nacional para recomendar en su columna Retaguardia, publicada el 18 de agosto de 2012, la necesidad de estudiar economía, toda vez que el mismo maestro Rodríguez afirmaba que, además de política, la revolución debe ser necesariamente económica.

«Y precisamente tengo en mis manos una recopilación de los escritos del sabio pensador socialista Simón Rodríguez, titulada ‘Inventamos o erramos’. Tomemos de allí algunas citas del genio caraqueño, uno de los inspiradores de la Revolución Socialista Bolivariana: ‘La América española pedía dos revoluciones a un tiempo, la pública y la económica. Si los americanos quieren que la revolución política, que el peso de las cosas ha hecho y que las circunstancias han protegido, les traiga bienes, hagan una revolución económica y empiecen en los campos, de ellos pasarán a los talleres…’, citó el presidente Chávez sobre las reflexiones del maestro Rodríguez.

Entre 1806 y 1823 Rodríguez trabajó como maestro en diversas escuelas de Alemania, Prusia, Rusia y Holanda. Regresó a América en 1823 e impulsó la fundación de escuelas y talleres en Colombia y Bolivia. Posteriormente trabajó como maestro y escritor en Perú, Chile y Ecuador.

Andrés Bello, también partícipe de la formación del ideario de Simón Bolívar, con la introducción desde Trinidad de la imprenta de Mateo Gallagher y Jaime Lamb en 1808, se convirtió en el redactor de la Gaceta de Caracas.

El testimonio de sus principales aportes en materia educativa reposa en sus textos Principios de Ortología y Métrica de la Lengua CastellanaAnálisis Ideológicos de los Tiempos de Conjugación Castellana y la Gramática de la Lengua Castellana, todos escritos en Chile.

Tanto Rodríguez como Bello siguen guiando el trabajo de los 325 mil maestros activos en el país, para quienes el gobierno venezolano aprobó en 2011 un aumento del 40% de su salario, no sólo para dignificar y honrar su oficio, sino también para promover la investigación.

«Que el docente pueda investigar sobre los problemas en la enseñanza, en el aula, en la escuela y aportar soluciones para estas dificultades, permite mejorar significativamente el proceso educativo en nuestro sistema escolar», recalcó la ministra Hanson cuando anunció la aprobación de la IV Contratación Colectiva del Magisterio Venezolano.

AVN / MinCI

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