La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, afirmó que «recordar a Noel Rodríguez, es recordar lamentablemente la historia de esa época donde se violaban sistemáticamente los derechos humanos», en el acto de inauguración de la sala de lectura homónima, este jueves en la Universidad Politécnica Antonio José de Sucre en El Tigre, estado Anzoátegui.
Ortega aseguró que, en la Cuarta República, cuando gobernaron el país los puntofijistas, lacayos de la oligarquía criolla e imperial, «las personas como Noel, que tenían ideales nobles, sublimes, de justicia, de igualdad, tenían que pagar un precio muy caro y Noel pagó con su vida».
Asimismo, señaló que el Estado persiguió «a todos aquellos que alzaban su voz para disentir en una época en que luchar por esos ideales se pagaba con el asesinato, la tortura, la persecución y la desaparición, era todo un plan represivo contra el pueblo que reclamaba sus derechos».
Ortega explicó que «con el propósito de acallar esas voces, se creó en todo el país los teatros de operaciones (La Marqueseña, El Tocyo, Yumare, El Guapo, Cumanacoa) fueron asientos de tortura, de muerte, contra campesinos, estudiantes, obreros, poetas, mujeres y líderes políticos».
La fiscal dio a conocer que, en ese periodo, «se instauró la figura del desaparecido, que nació aquí en Venezuela» y aprovechó la ocasión para «recordar también a Ramon Pasquier, Víctor Soto Rojas, Alejandro Tejero Cuenca, Felipe Malaver, todos desaparecidos».
La desaparición forzada: política represiva sistematizada por los gobiernos puntofijistas
Ortega Díaz señaló que los gobiernos del Puntofijismo designaron a «famosos terroristas internacionales como Luis Posada Carriles y Orlando Bosh y eran los jefes de la Policía venezolana».
Afirmó que fue el periodo de mayor represión y violación de los derechos humanos «las cárceles, como La Isla del Burro, La Pica, la Modelo, El Dorado, La Planta, Maracaibo, el Cuartel San Carlos y otras se mantuvieron abarrotadas de presos políticos».
Sin derecho a debido proceso ni averiguaciones
Ortega Díaz denunció que sobre la desaparición de Noel, y tantas otras, «nunca se investigó, todas las averiguaciones que comenzaron se dieron por terminadas porque (para el Estado) no había delito; no ocurrió ningún evento, no hubo violación a los derechos humanos», eran gobiernos asesinos de mártires.
En este sentido, la fiscal resaltó que «uno oye sobre la vida de Noel Rodríguez y se da cuenta de que estuvo guiado por un pensamiento revolucionario, una sensibilidad humana y social, un alto y elevado concepto de la vida, de la solidaridad que lo impulsó a luchar incansablemente por la libertad, la independencia y la justicia social».
Ortega lamentó que «esa conducta de Noel fue la razon por la cual el 9 de agosto de 1973, en Caracas, fue aprehendido por los funcionarios de la extinta Disip, fue secuestrado».
Aseguró que «se sabía que había sido detenido, sin embargo, la señora Cenaida y Gregorio Rodríguez empezaron toda una hazaña para buscar a su hijo y en todas partes les decían que no estaba, nunca hubo respuesta».
La fiscal recordó que «los movimientos sociales de la época hicieron huelga de hambre, impulsaron grandes movilizaciones para buscar el paradero de Noel y no tuvieron respuesta, y tanto movimiento trajo como consecuencia que declararan la averiguación terminada y confirmada por un tribunal superior».
Prensa Mippci
