En Caracas las personas hacen filas afuera de una casa de dos plantas que funciona como Embajada de Cuba en la ciudad capital, para homenajear a Fidel Castro, líder de la Revolución cubana, con la firma del libro de condolencias.
Una llovizna cae pero no merma, para nada, el ánimo de la espera. Adentro en otra fila, más corta, las personas esperaban pacientes su turno para rendirle al gigante cubano un sentido tributo a la distancia, desde Venezuela.
Encima de una mesa de vidrio, un libro abierto, de hojas blancas, totalmente disponible para que cada quien escribiera lo que su corazón siente con la partida de Fidel. Hojas de dedicatorias llenaban el libro, varios libros. Al fondo, en la pared, flores rojas y blancas rodean un afiche en blanco y negro del Comandante del pueblo cubano y latinoamericano, quien se le ve ataviado de uniforme militar, con morral al hombro, mirando al horizonte. Al futuro.
A un lado del libro de condolencias, más afiches de Castro, con flores, pétalos de rosas, una foto de Chávez con el líder cubano en una zona selvática, coronas de flores de instituciones y de otras embajadas. Y más dedicatorias escritas; y más escritos de agradecimiento, de luz en la penumbra.
Algunos no solo escribieron lo que sentían, lo exclamaron. ¡»Viva Fidel! ¡Vida la Revolución Cubana!» dijo con fervor una de las luchadoras sociales de la Misión Ribas, en nombre de una veintena que asistieron al lugar, acompañadas por un grupo de batas blancas de la Misión Barrio Adentro, que rompió en aplausos y en vítores solidarios.
Los libros aún estarán abiertos en la Embajada de Cuba hasta el próximo sábado 3 de diciembre. Para traslado particular, la sede diplomática está ubicada en la calle Roraima, entre Río de Janeiro y Choroní. También el Gobierno Nacional habilitó una ruta especial del sistema de Metrobús, con una trayectoria directa desde la estación Bello Monte, del Metro de Caracas, hasta la sede diplomática.
Prensa Mippci con información de AVN
