El trabajo con las comunidades y los representantes de todos los niveles de gobierno es fundamental para el cumplimiento de la prevención integral y convivencia solidaria, por tanto juega un rol importante en el plan desarme.
La viceministra del Sistema Integrado de Investigación Penal y secretaria del Plan Nacional para el Desarme Voluntario, María Wandolay Martínez, entrevistada en el programa A toda Venezuela de VTV, expresó que los gobernadores y el Poder Popular han asumido un mayor compromiso con la Misión A Toda Vida Venezuela, y es fue por ello que el pasado lunes el Gobierno Nacional entregó 25 prensas hidráulicas a las gobernaciones para la destrucción de armas.
En el caso de los gobernantes de oposición, estos estados no quedan desasistidos ni excluidos del plan, ya que las alcaldías y a través de las corporaciones de desarrollo de esas regiones, se establece la alianza con el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones de Interior, Justicia y Paz.
En cuanto a la comunidad organizada, indicó Martínez que la participación es medular en la incautación de armas vinculadas a diferentes delitos. El plan desarme en la comunidad comienza con la orientación y charlas a los consejos comunales, antes de proceder a la incautación o recepción de armas de voluntarios.
“Entiendo que no es un asunto -el desarme- de hoy para mañana, ni a corto plazo, pero se ha venido haciendo”, dijo.
Precisó la Viceministra que el plan desarme incluye dos aspectos: la incautación de armas por varios delitos el cual es manejado por los organismos de seguridad (policía, DAES o Ministerio Público); y el desarme voluntario que invita a las personas a que por iniciativa propia entreguen sus armas.
“Nos hemos encontrado con que efectivamente muchas personas quieren y buscan y conectan con nosotros para hacer esa entrega”, apuntó.
El procedimiento en caso de entregas voluntarias, permite a la persona mantenerse en anonimato y se le brinda una atención integral en caso que la requiera, como capacitación, reubicación de lugar de residencia, empleo, orientación en materia de valores, entre otras que se ofrezcan a través de las diferentes misiones sociales.
“No se crea impunidad sino una especie de amnistía, mientras se realiza el reglamento y la ley de amnistía. La forma que se aplica es el anonimato para la persona, más no para el arma. Si la persona ha cometido delito, en algún momento tendrá que asumir sus consecuencias”, dijo.
Destacó que ya se cuentan experiencias exitosas de desarme voluntario y atención a los jóvenes en Petare, municipio Sucre del estado Miranda.
Correo del Orinoco
