La independencia definitiva requiere de nuestro espíritu heroico y combativo

200 años después de aquel grito libertario de nuestro gran Simón Bolívar, el pueblo venezolano vuelve a hablar de libertad con el orgullo de haber formado parte de los movimientos sociales y políticos que nos permitieron retomar nuestra soberanía, de la mano de nuestro comandante eterno Hugo Chávez Frías.

Aunque hoy no tenemos físicamente al creador y propulsor del Socialismo del Siglo XXI entre nosotros, contamos con la Constitución Bolivariana de 1999 y su testamento y mayor obra: el Plan de la Patria 2013 – 2019. Teniendo en manos de todo el pueblo estos trascendentales instrumentos, sólo nos queda direccionar nuestras acciones a garantizar el fiel cumplimiento de cada uno de los preceptos allí contenidos, los cuales garantizarán la consolidación de la independencia y la profundización de nuestro socialismo.

“Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: La Independencia Nacional”, constituye el primer objetivo histórico del Plan de la Patria. Y hoy, transcurrido el ciclo bicentenario de nuestra emancipación, volvemos a hablar de libertad con más convicción que nunca porque el pueblo despierto y consiente apostó al cese de la hegemonía imperialista, respaldando a un gobierno bolivariano, socialista y soberano; comprometido con sus raíces históricas y culturales que en 14 años no cedió ante ninguna amenaza, chantaje o pacto de la burguesía.

Combatir por nuestra Patria es una de las mayores herencias innatas de nuestro pueblo heroico que no descansará ni un instante en su lucha por proteger la independencia que habíamos perdido en manos del neoliberalismo dominante que nos subordinó al modelo capitalista del imperialismo norteamericano, fundamentalmente por los intereses en nuestras riquezas naturales.

Necesitamos de todo el apoyo del Poder Popular construyendo una sociedad que cimente sus bases en la equidad, la justicia social, la paz, la solidaridad, la democracia participativa y protagónica, la independencia y soberanía plena en materia social, política, alimentaria, educativa, energética, económica y financiera; entre muchos otros aspectos que garantizarán la mayor suma de felicidad social a nuestro pueblo.

 

 

Almiranta Carmen Meléndez

Ministra del Poder Popular del Despacho de la Presidencia  y Seguimiento de la Gestión de Gobierno

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