La idea de un diario para la ciudad

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Cuando en abril de 2009 Jorge Rodríguez convoca a Ernesto Villegas y a un grupo de periodistas para hablar de su idea sobre un diario para Caracas, “el diario que la ciudad se merece” decía el nuevo alcalde, no entendimos con claridad la dimensión de lo que pretendía. Compartíamos una visión revolucionaria y periodística, pero en esos primeros días no alcanzamos a mirar su audacia y decisión para emprender su idea y sostenerla en el tiempo.

El 8 de agosto de 2009, impulsados por Jorge Rodríguez y Hugo Chávez —el primero en empujarlo todo—, empezamos a entender, y hoy, cinco años después, Ciudad CCS sigue siendo una idea revolucionaria a la vez que una acción: un diario público volcado sobre su ciudad, por toda Caracas, es del pueblo y el pueblo está dentro del él. No es poca cosa.

Un diario para la ciudad, como Ciudad CCS, es un espacio público, como una plaza, pero en otro plano, el de encuentro de las opiniones, la información, el conocimiento, la liberación, un espacio compartido donde nos encontramos como ciudadanos, como pueblo. De allí que su presencia en las calles de Caracas se sienta como como parte del paisaje y como parte de la vida en común de miles de lectores cada día.

Como diario público Ciudad CCS también es un esfuerzo de la Alcaldía de Caracas por una sociedad de iguales. Entregar en sus manos a 150 mil caraqueños todos los días un diario hecho por la ciudad, con la participación cotidiana de la gente, libre de la lógica del capitalismo, es una idea igualitarista. La distribución de la riqueza es una dimensión del igualitarismo, la creación de condiciones para la formación y la expresión es otra. Conocernos nosotros mismos, retratarnos en Revolución nos acerca más como ciudad y como pueblo.

Una de las cosas que descubrimos en los primeros meses de vida de Ciudad CCS fue la cantidad de nuevos lectores de periódicos. Mucha gente, que nunca antes tuvo la costumbre de leer diarios, encontró, unos por la vía de gratuidad del diario y otros por la referencia, un instrumento de información y una manera de reconocerse en su ciudad. Hoy tenemos un diario que no teníamos. Un espacio que la Revolución, y nosotros mismos, caraqueños y caraqueñas, hemos construido con participación. Se trata de un ejercicio de igualdad democrática. Es un esfuerzo cotidiano para garantizar los derechos a estar informado y a participar.

Por iniciativa de sus periodistas o por la de los lectores, muchos de ellos corresponsales comunitarios, Ciudad CCS se ha armado de fórmulas cotidianas de participación. Desde Mánager de tribuna, un espacio de temporada en la sección de Deportes para dar rienda suelta a las pasiones del fanático del béisbol, hasta la semanal serie de las comunas, que construye en el sitio el mapa vivo y geográfico de la participación en Caracas con la contribución de los consejos comunales, el diario ofrece múltiples entradas para opinar, denunciar, solicitar, llamar la atención, reclamar, enviar una foto. Por ello siempre en primera página, en las 1.808 ediciones de Ciudad CCS, un cintillo garantiza el espacio para uno de esos caminos de la participación, el más directo, la noticia escrita desde la comunidad.

Esa relación social entre la comunidad y el diario implica, por su dinámica, otra de las dimensiones de la idea de un diario de agenda pública; la de mediar entre el ciudadano, el pueblo y el poder. No era fácil entender, y para algunos poco creíble, que el poder constituido, el alcalde de la ciudad, se diera para sí, y para el Gobierno Revolucionario todo, una instancia de regulación informal, directa o indirecta, con protagonismo del poder constituyente, el de todos los días en las calles y barrios de Caracas.

A lo largo de estos cinco años de Revolución a diario, los lectores, nosotros en el periódico y nuestros miles de compañeros trabajadores de la Alcaldía de Caracas, y funcionarios públicos y gobernantes electos de toda la ciudad y el país, hemos vivido un proceso de aprendizaje sobre esa relación de regulación. Hoy es creíble, mucho más que el primer día.

Ya lo dije, fue una idea audaz, pero mucho más allá de la audacia nos habla de un compromiso, de la propuesta revolucionaria comunicacional. Ciudad CCS como política pública forma parte de la gestión de Jorge Rodríguez, de la Revolución Bolivariana del Comandante Chávez, del presidente Nicolás Maduro, de Jacqueline Faria. Vamos de la mano con la gestión y de la mano con la autocrítica.

La experiencia de estos cinco años también nos ha servido, junto al Correo del Orinoco que nació a la par de Ciudad CCS, en el mismo agosto, para construir la soberanía comunicacional, la que garantiza a la Revolución una voz propia, liberadora que se opone al periodismo al servicio del capital, de la visión liberal del mundo, deshumanizada.

En esa tarea contamos hoy con una revista de fin de semana Épale CCS, expresión del mejor periodismo, y de un un sitio en internet igualmente abierto a la participación, que hoy está lanzando su radio web en período de prueba.

Y contamos con una tarea grata para alcanzar esa soberanía: nuestro modelo ha servido para fundar los diarios Ciudad Valencia, Ciudad Petare, Ciudad Cojedes, Ciudad Guárico, Ciudad Maracay y el digital Correo del Lago.

Han sido cinco años de una gran aventura revolucionaria. Aquí en la redacción, en el centro de Caracas, en cada calle de la ciudad, con cada lector, allí donde van los reporteros y reporteras, en los barrios, allí donde van los pregoneros y pregoneras, en el Metro y en todas partes, en cada consejo comunal, con el cultor, con el militante, en la Alcaldía, con su gente. Cada mañana de la aventura sacamos un diario para la ciudad, la misma idea.

La portada del primer número de Ciudad CCS nos dejó un credo. Nos sirve cada día, y nos servirá para los años que vienen. Lo mejor es volverlo a decir.

Aquí creemos en:

1. El ejercicio de un periodismo ético, popular, responsable, militante de la verdad y revolucionario, que acompañe al pueblo en la búsqueda de su emancipación política, económica, social y cultural.

2. En la construcción de una sociedad participativa e igualitaria, sin exclusiones, democrática y ecológicamente sustentable, donde sea abolida la explotación.

3. En la defensa de la soberanía e independencia nacional y en la lucha contra nuevas y viejas formas de dominación imperial por parte de poderes globales, sean estados o conglomerados económicos privados.

4. En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la edificación del estado social, democrático, de derecho y de justicia allí contemplado.
5. En la defensa y desarrollo de los Derechos Humanos, incluido el derecho a la ciudad.

El 8 de agosto hace cinco años todos juntos nos tomamos una foto en la Plaza Bolívar. Hoy vamos a tomarnos otra. A las 4:00 pm. Que venga el que quiera.

Ciudad Caracas

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