A propósito de la II reunión de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que se celebró hace menos de quince días en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta, es necesario destacar las bondades de la explotación de las nuevas energías renovables y el país asiático China, es el mejor ejemplo para ello.
China avanza a pasos agigantados en las tecnologías del futuro, y desarrolla energía solar y eólica como ningún otro país del planeta. «China toma este liderazgo, ya que reconoce las enormes posibilidades del mercado y las ventajas económicas”, afirma la economista especializada en energía Claudia Kemfert, del Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW, por sus siglas en alemán).
El desarrollo de energías renovables avanza vertiginosamente en el ámbito internacional, sobre todo la energía solar y la eólica muestran un marcado repunte en condiciones de competir con las tradicionalmente llamadas energías fósiles.
La energía solar fotovoltaica es una fuente de energía que produce electricidad de origen renovable, obtenida directamente a partir de la radiación solar.
«Esta nueva dinámica indica un cambio significativo del sistema energético”, afirmó Adnan Amin, Director General de IRENA, en la presentación del informe actual sobre dinámica de costos, en Abu Dabi. «La decisión pro energías renovables en la producción de electricidad no es sólo ecológica, sino sobre todo, una inteligente decisión económica. Gobiernos de todo el mundo reconocen este potencial e impulsan los sistemas energéticos pobres en dióxido de carbono”, dijo.
Según datos de Bloomberg New Energy Finance, China invirtió en el último año 133 mil millones de dólares en energías renovables, tanto como nunca antes; más de la mitad de ello en energía solar. De acuerdo a la Administración Nacional de Energía de China (NEA, por sus siglas en inglés), en 2017 se han instalado en el país, centrales fotovoltaicas con una capacidad de 53 gigavatios, más de la mitad de la capacidad mundial. Alemania, pionera en su momento en esta energía, ha operado apenas 2 gigavatios en 2017.
Con su política de desarrollo integral, China ha reemplazado a Alemania, en este liderazgo tecnológico de energías renovables. Las inversiones de Europa además se han reducido constantemente desde 2011, según Bloomberg New Energy Finance.
Una dinámica ampliación de las renovables en Europa, como en años anteriores, sólo sería posible con la abolición de las viejas tecnologías, pues mientras se apoyen las energías fósiles y las centrales nucleares, no habrá suficientes mercados, ni pedidos de nuevas energías.
La ampliación de las energías renovables resulta para China más sencilla, que para Europa, ya que el consumo de energía aumenta de manera permanente.
Kemfert, aconseja a la política europea una transición energética «valiente” en todos los sectores, «no sólo en electricidad, sino también en relación al alejamiento de la gasolina y el diésel hacia la electromovilidad y la energía renovable para edificios”. Sin embargo, la economista advierte que «como hasta aquí, se darán pasos pequeños, e incluso, dos pasos hacia adelante y tres para atrás”. Si Europa no corrige su rumbo en este aspecto, «China continuará demostrando cómo se hace para dominar el mercado”.
China, hace gala una vez más de su promisorio compromiso con un desarrollo tecnológico de avanzada, mostrando supremacía y comprensión de la realidad mundial que se constituye en desafiante y que tiene que ver con la puesta en marcha del cuidado, defensa y preservación planetaria.
Es de señalar que, recientemente el representante del Gobierno de China para Asuntos de América Latina y el Caribe, Yin Hengmin, afirmó que su nación está dispuesta para la cooperación con los países del Caribe.
«Estamos dispuestos a ampliar la coordinación con los países del Caribe y promover el desarrollo sostenible en el marco de nuestras relaciones bilaterales», señaló Hengmin.
«La idea es que haya metas comunes de desarrollo, medidas de cooperación en áreas fundamentales y un consenso para la solidaridad centrado en acciones para el desarrollo común», así lo expresó durante su participación en la II reunión de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que se celebró hace poco más de quince días en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta.
Prensa Digital MippCI
