Este año la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) arriba a su 69 aniversario. Desde su fundación este movimiento ha jugado un papel de primera línea en las luchas del movimiento juvenil y estudiantil de Venezuela.
La Juventud Comunista de Venezuela, que agrupa a los militantes jóvenes del Partido Comunista de Venezuela (PCV), surgió de la necesidad de crear una organización marxista-leninista, con independencia organizativa, que fungiera como destacamento de combate juvenil.
Luego de realizar la sesión de su congreso constitutivo, se llevó a cabo el primer acto público, con una marcha hacia la Plaza Bolívar de Caracas. Dicha concentración fue dispersada por la policía y los obligó a continuar con las reuniones desde los calabozos.
Fieles a su ideología marxista-leninista, desde la clandestinidad celebraron el segundo congreso en 1953, donde se planteó la necesidad de unir a los movimientos estudiantiles de masas en contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. De allí nació el Primer Festival Nacional de la Juventud Venezolana, reuniendo a más de 30 mil jóvenes de todo el país.
Una vez derrocada la dictadura en 1958, la JCV comenzó a captar militantes, obteniendo la presencia de juventud campesina, obrera y estudiantil de todo el territorio nacional.
Posterior al Pacto de Punto Fijo, firmado por los partidos Acción Democrática (AD), Unión Republicana Democrática (URD) y el Partido Social Cristiano (Copei) y al control represivo del gobierno de Rómulo Betancourt, se creó un clima de tensión en el país que provocó el aumento de la militancia comunista, pasando de 500 inscritos a más de 30 mil, dos años después.
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Esta época coyuntural, unido al triunfo de la Revolución Cubana, provocó que el PCV acompañado por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, se iniciaran en la lucha armada por la Revolución. Del mismo modo, la JCV estuvo al frente de la creación de las células guerrilleras urbanas, denominadas Unidades Tácticas de Combate (UTC).
Una nueva era
A finales de los 90, con la victoria electoral de Hugo Chávez, se abrió pasó a un proceso de liberación nacional. En 2002, la derecha venezolana perpetra un golpe de Estado y la Juventud Comunista asume su papel de vanguardia en el proceso revolucionario con la organización de movilizaciones para hacer frente a la arremetida pro-imperialista.
En junio de 2003, el IX Congreso rescata el protagonismo de la plataforma de lucha como documento para brindar una caracterización del momento histórico. También se ejecutaron modificaciones a los Estatutos, encaminadas al fortalecimiento a la estructura leninista de la organización.
La JCV fue parte fundamental del contingente de organizaciones juveniles que impulsaron la Campaña Nacional de Alfabetización “Misión Robinson” por todos los rincones del país, en el año 2003.
Venezuela se convirtió, en 2005, en la capital mundial de la alegría, con la celebración del 16º Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. 17 mil delegados del mundo se congregaron en Caracas bajo la consigna: ¡Por la Paz y la Solidaridad, luchamos contra el imperialismo y la guerra!
Los aportes teóricos, políticos y organizativos que la JCV ha brindado al movimiento juvenil y estudiantil en los últimos años son muestra del carácter crítico y propositivo de esta organización política de vanguardia.
La defensa del derecho de los jóvenes trabajadores a un empleo digno y libre de precariedad repuntó en el ámbito teórico durante el debate nacional que precedió a la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras.
Se destacan también las propuestas para la Constituyente educativa, la refundación universitaria, un nuevo y justo sistema de ingreso a las universidades y los Consejos Estudiantiles. La apuesta por la unidad del movimiento juvenil venezolano quedó expresada en el Frente Amplio Nacional Patriótico Juvenil.
Prensa MippCI con información de Agencias/Prensa PCV
