El nieto de Fabricio Ojeda, José Luis Alcalá Ojeda, aseguró que en los años de la democracia del Pacto de Punto Fijo, alianza adeco-copeyana, traidora del pueblo, «en Venezuela sí había una verdadera dictadura.
En este sentido, señaló que la decisión de matar a Fabricio vino de Estados Unidos, «a Fabricio, lo asesinan en los calabozos del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA), ubicada cerca del Palacio Blanco, edificio donde funcionaba una oficina de la CIA, el Servicio de Inteligencia estadounidense, que había penetrado la policía política desde el gobierno de Rómulo Betancourt, «la derecha entregó a nuestra patria al imperialismo», sentenció.
Ojeda explicó que el expediente sobre la muerte de Fabricio aún está abierto en el Tribunal Supremo de Justicia, y resaltó que había sido archivado por más de 40 años, cuando la hija de Fabricio, Thaís Ojeda, solicitó al Comandante Hugo Chávez, la búsqueda del mismo, y explicó que tras tres intensos meses, fue recuperado el expediente militar y se solicitó su revisión y está pendiente la corrección jurídica de su contenido, ya que concluye que Fabricio «se había suicidado», cuando está plenamente comprobado que fue asesinado.
En este sentido, agregó que a Fabricio Ojeda lo asesinan por órdenes del Gobierno estadounidense, que consideraba a Fabricio como una amenaza por liderar, como primer comandante, (en 1966) las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
Ojeda recordó que es claro que Fabricio encarnó un espíritu de lucha inquebrantable «no podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer» y se atrevió a renunciar a su curul de diputado al Congreso de la República para «tomar el fusil y luchar por la Revolución que defendía en favor de los desposeídos y de los oprimidos».
Reseñó que a Fabricio «cuando era diputado, ya lo venían persiguiendo, unos policías militares querían asesinarlo, a muichos otros diputados los metieron presos; pero no los asesinaron» y aseguró que «haber renunciado al Congreso fue su sentencia a muerte, decir que sí quería la lucha armada, la defensa de la revolución fue el detonante para que quisieran matarlo».
Finalmente, agradeció a la Revolución Bolivariana, encabezada hoy por el Presidente Nicolás Maduro, por declarar el 23 de enero como Día de las Víctimas de los Crímenes del Terrorismo de Estado practicado en la Cuarta República.
Prensa Mippci
