John Reed: vida y periodismo dedicados a la causa revolucionaria

Aunque John Silas Reed Green nació en una familia estadounidense burguesa, sus principios siempre concordaron con las luchas revolucionarias de ideales socialistas, que emprendieron a principios de siglo las clases populares y obreras.

Reed, de quien este viernes se conmemoraron 94 años de su fallecimiento, ocurrido el 17 de octubre de 1920, fue criado en un ambiente lujoso, en la mansión de la familia de su madre, Margarte Green, en Portland, ciudad estadounidense.

Su vida continuó su rumbo natural, según la clase social a la que pertenacía, a la que en una ocasión calificó como «La nueva Inglaterra», por sus fastuosas costumbres. A los 16 años es enviado a Morristown-Beard School, preparatoria a la que asistían las clases sociales altas; y más tarde ingresa en la Universidad de Harvard, donde organiza un club socialista y comienza a escribir para un diario llamado Latroon El Burlón.

Al graduarse de periodista, viaja a Europa, donde recorrió Londres, París y Madrid y luego regresó a suelo norteamericano, donde se unió a un grupo de escritores bohemios y radicales de Greenwich Village, en Nueva York.

A los 23 años comienza a trabajar a tiempo parcial en el periódico American y colabora con The Masses, una revista mensual de tendencia izquierdista.

Estas experiencias fueron formando su carácter, que en principio estaba más marcado por lo estético, que lo social. Además, el tiempo que vivía abrió sus ojos a una realidad que no pudo ser ignorada por el espíritu revolucionario de Reed y que años más tarde sería motivo para sus trabajos periodísticos.

En 1913, Reed descubre las protestas obreras, cuando en la ciudad de Paterson, en Nueva Jesey, se produce la huelga en las fábricas de seda de la región, que demandaban una jornada de ocho horas de trabajo, objetivo que no alcanzaron.

Los huelguistas de Paterson despertaron en Reed su vocación periodística innata de denunciar y apegarse a la verdad. Su sensibilidad social también fue tocada, Reed lideró la organización de un espectáculo teatral, llamado La batalla del proletariado de Paterson, para ayudar económicamente a las familias de los huelguitas.

México, Rusia, sus revoluciones y Reed

Reed también fue protagonista, su vida se vio influenciada por otros dos acontecimientos históricos del siglo XX: la Revolución Mexicana, de 1910, y la Revolución Rusa, de 1917; ambas destacadas por ser impulsadas por los sectores más desprotegidos de la sociedad y por ser semillas para la construcción del mundo socialista.

En noviembre de 1913, Reed va a México, como corresponsal de los periódicosMetropolitan y New York World, a obtener información sobre el ejército del líder revolucionario Pancho Villa, quien, junto con sus tropas, ya había alcanzado victorias en Chihuahua y Ciudad Juárez.

En México, Reed entendió la razón de ser de la Revolución, pues fue testigo de los abusos de los que eran víctimas los sectores desemparados de la nación, quienes fueron el motor de la rebelión contra la dictadura que desde 1876 presidía Porfirio Díaz.

El primer lugar donde llega es a Ojinaga, ciudad mexicana donde tras recibir una amenaza de muerte por su afán en entrevistar al general Aristeo Mercado del ejército federal, logró su cometido, pero le desagradaron Mercado y la causa que este defendía.

El 21 de se encuentra, en Ciudad Juárez, con las tropas rebeldes y unos días después, en Chihuahua se encuentra con Villa, quien le colocó el apodo de «El Chatito», con él entabló una relación cordial, cercana hasta llegar a convivir con él y su tropa por varios meses.

Villa le facilitó a Reed un salvoconducto para realizar su trabajo periodístico y resguardar su seguridad. El periodista cultivó por el líder mexicano una admiración que creció desde ese momento.

Tras esta experiencia, Reed, quien convivió con la tropa revolucionaria, fue testigo de combates y se ganó la confianza de otros líderes rebeldes; afianzó su conciencia y valoró aún más el compromiso que su profesión demandaba, ya que con sus reportajes podía ayudar al México rebelde y dar a conocer su gesta.

Así lo hizo, pues materializó su viviencia y retrató la lucha rebelde de los luchadores mexicanos en su libro México insurgente, publicado en 1914, y su libro Pancho Villa, que es un retrato personal y político de este líder.

En 1913, se traslada al sureste de Europa para cubrir la Guerra de los Balcanes, que durante un año enfrentó al Imperio otomano con la llamada Liga de los Balcanes formada por Bulgaria, Montenegro, Grecia y Serbia.

En 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial, fue a cubrirla durante unos meses como correponsal de guerra. De esta experiencia, surgió, dos años más tarde, su libro La guerra en Europa Oriental, en el que narra sus experiencias durante el conflicto bélico.

Más tarde, Reed se trasladó a Rusia, donde las clases obreras protagonizaban la que más tarde sería llamada La Revolución Rusa o Revolución de octubre, que destronó la dinastia zarista.

Reed se sintió atraído y más comprometido al saber que en esta revolución participaba el Partido Bolchevique, integrado por obreros, campesinos y soldados, que seguían los ideales de Carlos Marx y Federico Engels.

Ahí la oportunidad de entrevistar a Lev Davídovich Bronstein, conocido como León Trotsky, dirigente , junto con Vladimir Lenin de la Revolución de octubre. También entrevistó a otros dirigentes como Alexander Kerensky y realizó crónicas diarias de la revolución.

Tras la toma del Palacio de Invierno, residencia de los zares, Reed logró entrevistar a Lenin.
Toda esta viviencia trascendió en su libro Diez días que estremecieron el mundo, en el que escribe un reportaje sobre la constitución de un nuevo Estado y la lucha de las masas.

En 1919, poco antes de su muerte, trabajó como delegado de la Internacional Comunista de Rusia.
Reed también fue fundador y director de varias publicaciones de izquierda como Siglo Revolucionario, El Comunista, Liberator y La voz del trabajo.

Al regresar a suelo norteamericano, Reed formó el Partido Comunista de Estados Unidos. Acusado de espionaje, escapó a la Unión Soviética, donde murió a causa del tifus.

En 1927, Floy Dell publica su obra póstuma Hija de la Revolución, que comprende una selección de textos escritos por el periodista entre 1912 y 1916.

AVN

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