El Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) celebra esta semana sus 22 años de fundación, con actividades culturales, patrimoniales, deportivas, educativas recreativas, tanto en su sede principal ubicada en Caracas, como en las oficinas regionales.
Las actividades comenzaron este lunes 17 de octubre, con una misa que se celebró en la Villa Santa Inés, en Caño Amarillo, Caracas, sede del IPC. En la antigua Casona presidencial, también se efectuarán el miércoles 19 de octubre actividades educativas y recreativas para los niños y las niñas de Caño Amarillo, Catia y 23 de Enero.
El viernes 21 de octubre, finalizarán las actividades con la entrega de declaratoria y certificación de la manifestación popular de las burras y burriquitas. El acto será en los alrededores del Panteón Nacional, Caracas, y contará con la participación de burras, burriquitas y pollinos de varios estados.
22 años protegiendo el Patrimonio
Con la llegada de la Revolución Bolivariana, comienza en Venezuela una verdadera revolución en materia del Patrimonio Cultura. Se reconoce la importancia de preservar el Patrimonio Cultural en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999 y bajo este lineamiento marco en el Plan de la Patria 2013-2019 se hace el reforzamiento de la importancia de la gestión del patrimonio cultural de la República, enfatizó Omar Vielma, presidente del instituto cultural.
Antes de la Revolución, la protección y preservación del Patrimonio Cultural estuvo circunscrita -única y exclusivamente- a los elementos que constituyen el patrimonio material.
Es a partir del año 2004, bajo las líneas políticas del Comandante, Hugo Chávez, que este instituto inició el reconocimiento de todas las manifestaciones culturales características y significativas para la identidad cultural de la nación, a través del I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano.
Así, arrancó la gran tarea de identificar con la participación de las comunidades, todas aquellas expresiones de la inmaterialidad, individuos portadores de saberes tradicionales, además de aquellos bienes que más allá de su monumentalidad tenían un gran significado para las comunidades y eran reconocidos como parte de su patrimonio cultural local, rememoró Vielma.
En Revolución se han impulsado las Declaratorias del Cuatro, del Joropo tradicional venezolano en su diversidad, Celebración a la Cruz de Mayo y el Tamunague, la trayectoria, obra y objetos de Armando Reverón, entre otras.
Asimismo, en el ámbito internacional se encuentran: las Declaratorias de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela en el 2012; la Parranda de San Pedro en 2013 y la tradición oral del pueblo Mapoyo en 2014, todo ello con el apoyo del Centro de la Diversidad Cultural.
Declaratorias con el pueblo
Uno de los mayores logros del IPC, es que la mayoría de las declaratorias que se llevan a cabo han nacido al calor del pueblo, es decir, es el Poder Popular quienes realizan las propuestas.
“El Instituto del Patrimonio Cultural ha venido colocándose de cara a lo comunitario, porque al instituto le toca ser el rector del patrimonio cultural de la nación. el tema patrimonial hay que verlo no coyunturalmente sino políticamente, porque desde allí se están construyendo los imaginarios y la moral de un país.”, concluyó Vielma.
Prensa MippCI con información de MPPC
