«Como es su deshonesta costumbre, en vísperas de cada proceso electoral en Venezuela, la sección latinoamericana de la organización de Derechos Humanos Human Rights Watch arremete contra el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en un ‘informe’ cargado con argumentos que responde a una estrategia de instigación imperial desestabilizadora».
Esta aseveración la hace el Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos, (OEA) embajador Roy Chaderton Matos.
Agrega que la ‘rutina’ de esta organización «evidencia una vez más la situación de deterioro creciente de instituciones que deberían velar por la promoción y defensa de los derechos humanos en la comunidad internacional. Así fue en un principio y todavía lo es en algunos casos excepcionales, pero las organizaciones concernidas han ido ‘evolucionando’ hacia prácticas corruptas inaceptables, donde la denuncia, falsa o fundada, favorece la captación de recursos económicos para asegurar su ininterrumpido funcionamiento y la prosperidad personal de sus directivos».
«En el caso de Venezuela, continúa llamando la atención la ausencia de los más conocidos expertos venezolanos en Derechos Humanos en la denuncia de situaciones dramáticas como El Caracazo de 1989 y el Golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez en 2002, así como su presencia rauda y presta en la ciudad de Washington D.C., donde acuden recurrentemente a presentar los montajes maliciosos de denunciantes venezolanos y a recibir su correspondiente mendrugo verde», sostiene.
RNV
