Inflación en alimentos sigue bajando

El comportamiento del índice nacional de precios al consumidor (INPC) en la agrupación de Alimentos y bebidas no alcohólicas depende de los precios que levantan el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) en abastos, supermercados, mercados al aire libre, comercios informales y otros establecimientos, cada mes.

Los hogares venezolanos destinan la mayor parte de su ingreso a la compra de comida. De ahí que la agrupación con mayor peso en la estructura de ponderaciones del indicador de inflación sea precisamente Alimentos y bebidas no alcohólicas con un 37%, lo que significa que de cada Bs. 100 del presupuesto familiar, Bs. 37 son para hacer el mercado.

Cuando se observa en detalle lo que ha ocurrido en este importante renglón se puede comprender fácilmente por qué la inflación general anualizada en 2012 ha descendido durante siete meses consecutivos (cayó de 27,6% en diciembre de 2012 a 19,4% en julio de 2012) y también la razón por la cual la variación acumulada de este año (8,6%) es significativamente menor a la acumulada para el mismo período del año pasado (16%).

Este 2012 la inflación acumulada (de enero a julio) en alimentos se ha ubicado en 7,9%, es decir 0,7 puntos porcentuales por debajo del acumulado general (8,6%), pero 10,5 puntos porcentuales menos que lo ocurrido en los primeros siete meses de 2011, cuando la variación acumulada en esta agrupación promedió un elevado 18,4%.

Información desagregada

Asimismo, los datos recabados y procesados por el BCV y el INE revelan que de las clases o subgrupos que componen la agrupación Alimentos y bebidas no alcohólicas, los que tienen mayor ponderación reflejan una inflación acumulada que se ubica incluso por debajo del INPC acumulado en el año. Es el caso de Pan y cereales que, de enero a julio, registró una variación de 7,8%; Carnes (8,5%); Leche, quesos y huevos (6,4%); Aceites y grasas (6,3%); Frutas (3,0%) y Hortalizas, raíces, oleaginosas y granos leguminosos (5,3%).

Esta marcada tendencia a la baja también se expresó claramente en el desempeño intermensual del INPC, que en Alimentos y bebidas no alcohólicas marcó un leve 0,2% en julio, frente a un ya bajo 0,8% de junio. Por ejemplo, en la clase de panes y cereales, que tiene una ponderación de 14,1% dentro de la agrupación de Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuando se compara junio contra julio de 2012, se observa que la inflación cayó de 1,5% a 0,8%, estimulada por la caída, entre otros, de la avena y sus derivados, que bajó de 2,4% a 1,3%.

Algo similar ocurrió con las carnes, cuya ponderación dentro de esta agrupación es de 25,1% y que bajaron de 1,1% a 0,7%, entre junio y julio de 2012, debido fundamentalmente al descenso de algunos cortes como la chocozuela (de 1,8% a 1,0%) y la falda (de 2,0% a 0,9%). No obstante, donde se observaron disminuciones de un mes a otro fue en la clase de Hortalizas, raíces, oleaginosas y granos leguminosos, en la cual los precios se contrajeron. Con una ponderación de 19,1% este subgrupo bajó 0,9% y 0,8% en los meses de junio y julio, respectivamente; esto motivado por fuertes bajas en rubros infaltables en la sazón criolla como: la cebolla (0,9%), el compuesto (cilantro, ajoporro, céleri, perejil y orégano), que disminuyó 1,7% y el pimentón (1,2%).

En el caso de las frutas, que tienen una ponderación de 7,2%, se registraron igualmente descensos importantes de precios en productos autóctonos como el cambur (0,4%); la guayaba (-7,1%); el melón (-5,9%); y la naranja (-0,7%).

Trabajo coordinado

El comportamiento evidenciado en la agrupación de Alimentos y bebidas no alcohólicas es producto, entre otras cosas, de un trabajo articulado que lidera el Ejecutivo Nacional para incrementar la producción nacional y garantizar aquellas importaciones que sean necesarias. Esto abarca desde una política efectiva de regulación y subsidios, hasta mesas de trabajo permanentes con los productores, para analizar las es tructuras de costos y mejorar los mecanismos de distribución.

De acuerdo con las proyecciones que maneja el BCV, este año existen fuertes probabilidades de que se pueda cerrar el año 2012 por debajo de la meta de inflación establecida en el Presupuesto Nacional (entre 20% y 22%), lo que fortalece las expectativas positivas para la economía del país. Ello seguramente redundará en mayor inversión, incremento de la producción, mejor redistribución del ingreso y más calidad de vida para toda la población.

Prensa BCV

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