Hoy se cumplen 243 años del nacimiento de quien en vida fue la aya del Libertador Simón Bolívar, la Negra Matea Bolívar, oriunda del sur de San José de Tiznado, estado Guárico, quien desde muy temprana edad llegó a la hacienda “El Totumo”, propiedad de la Familia Bolívar, en San Mateo, para quedarse como encargada de los quehaceres del hogar.
Matea además de las labores domésticas de la hacienda, estuvo presente en momentos muy importantes de la vida de Simón Bolívar, tales como su bautizo, la muerte de su padre, de su madre y de su esposa María Teresa.
Matea Bolívar junto a la negra Hipólita fueron muy queridas y recordadas por el Libertador en cartas de su autoría.
Al morir Doña Maria Concepción Palacios, en 1792, Matea fue asignada a Maria Antonia Bolívar, hermana de Simón, de esta manera se encargó de las nuevas generaciones Bolívar.
“Duélmete mi niño/ Mi niño Simón/ que allá viene el coco/ con un carrerón/ Mira que tu mae/ con sus hermanitos/ Salió a San Mateo/ Salió tempranito/ Duélmete Simón/ de mi corazón/ Te doy mazamorra/ también papelón/ Tú sí eres inquieto/ Mi niño por Dios/ Arroró mi niño/ arroró mi sooó/ Duélmete mi niño/ mi niño Simón”. Se decía que así le cantaba a Simón Bolívar en su infancia la negra Matea.
Matea, cumplió el deseo de Bolívar de cuidar a su hermana María Antonia y a su familia, con quien permanece hasta el fin de su larga vida. La Negra Matea, murió el 29 de marzo de 1886, hace ya 130 años. Sus restos reposan en la cripta de la familia del Libertador, que se encuentra en la Catedral de Caracas.
Prensa MippCI con información de Agencias
