«En esta nueva etapa de la revolución, los venezolanos apuestan por el diálogo para resolver los problemas, acompañado de la acción asertiva y diligente por solventar las demandas económicas de la gente», sostuvo Óscar Schemel, presidente de la encuestadora Hinterlaces.
La información la dio a conocer este lunes, en entrevista Con Amorín.
Schemel aseguró que «frente a la crisis económica, el Gobierno debe replantearse la estrategia, pasar de la conquista a la gestión, es muy importante para seguir avanzando en este proceso de transformación actual».
En este sentido, explicó que la alianza con los empresarios es fundamental, igualmente, es clave la participación del empresariado en la Asamblea Nacional Constituyente.
El especialista precisó que «la empresa privada reclama confianza, estabilidad, garantía para su inversión».
Asimismo, destacó que «no se trata de entregar las riendas al sector privado, ni de ideologizar al sector privado hacia la izquierda, sino de buscar el equilibrio por el beneficio de la economía».
El analista enfatizó que «el presidente Nicolás Maduro aparece como la persona que puede resolver los problemas, no la oposición», a la vez destacó que «la gente aspira que la oposición ayude al Gobierno a resolver los problemas económicos».
Schemel denunció que «la oposición desprecia estos resultados y la opinión popular, le es difícil conectarse con las aspiraciones de las mayorías populares, es su dificultad histórica, moviliza y convoca fundamentalmente los sectores altos y medios, por su desprecio de clase».
Analizó que «eso es lo que polariza al país entre las mayorías populares y los sectores elitescos que descalifican la condición popular y mucho más, chavista».
Agregó que «el chavismo tiene la confianza de las mayorías».
El especialista aseguró que el pueblo venezolano «en su mayoría, lo que quiere es conciliar porque lo que quiere es respuestas».
Explicó que «la oposición, en vez de transitar por la ruta insurreccional, aunque esta guerra de cuarta generación la deciden afuera, a través de los laboratorios de desestabilización política, social, caotización y neurotización, debería aportar, construir y no desestabilizar y destruir».
Prensa Mippci
