Hace 55 años Fidel Castro visitó la patria del Libertador

El 23 de enero de 1959, el comandante del Ejército Rebelde de Cuba, Fidel Castro, llegó a la tierra y patria de Simón Bolívar: Venezuela.

Era el primer viaje al exterior y la primera visita a Venezuela que realizaba luego del triunfo de la Revolución Cubana aquel 1 de enero de 1959, cuando las fuerzas patrióticas lograron adentrarse en Santiago de Cuba.

Cerca de 30.000 personas esperaron a Fidel en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, en Vargas. También estaban el contralmirante Wolfgang Larrazábal; Fabricio Ojeda, presidente de la Junta Patriótica; Luis Beltrán Prieto por Acción Democrática (AD); y Jovito Villalba, por la Unión Republicana Democrática (URD), entre otros.

Durante su estancia en Caracas, Fidel sostuvo un encuentro con el entonces presidente Rómulo Betancourt, así como con los diputados del parlamento venezolano, universitarios, académicos y el pueblo que gritaba un «Viva Fidel».

La visita de Castro se debía a tres razones, como lo explicó durante su discurso en El Silencio, Caracas, donde estuvo acompañado por una marea de venezolanos.

En primer lugar, por un sentimiento de gratitud; en segundo, por un deber elemental de reciprocidad para todas las instituciones que lo invitaron al país; y en tercer lugar -como dijo- «porque el pueblo de Cuba necesitaba la ayuda» de Venezuela para consolidar la Revolución Cubana, y luchar contra las fuerzas imperialistas rezagadas y que le eran leales al dictador Fulgencio Batista..

Castro, quien estuvo durante dos días en Caracas, le habló a Venezuela como le habla al pueblo cubano: «con la misma confianza, con la misma sinceridad y con la misma naturalidad».

«Este recibimiento que se le tributa no a un hombre, sino a un pueblo, no a un mérito, sino a una idea, este homenaje desinteresado a quienes no han hecho sino recibir favores de ustedes. Este homenaje que se le rinde a una idea justa, a una causa justa, a un pueblo hermano, este homenaje es el favor más emotivo y el favor más grande que en ninguna circunstancia pueda haber recibido nuestro pueblo», dijo Fidel en esa oportunidad, a propósito de cumplirse un año de la caída de la dictadura militar de Pérez Jiménez, quien al igual que Batista mantuvo relaciones con Estados Unidos y entregó la patria a los pies de Washington.

Durante su discurso desde El Silencio, el líder revolucionario destacó el sentimiento patrio de América Latina y el Caribe, y resaltó que «los pueblos de América están demasiado despiertos, que los pueblos de América no se tragaron la mentira» del imperio norteamericano.

Defensa y unidad

Fidel Castro reiteró el 24 de enero -desde la Universidad Central de Venezuela- la postura firme y sin vacilaciones del Gobierno Revolucionario de Cuba y llamó a los pueblos a asumir y defender sus derechos.

«Ha llegado la hora de que los pueblos sepan defenderse y sepan plantear sus derechos. Basta ya de sumisión, basta ya de cobardía y basta ya de vacilaciones», enfatizó Castro.

En ese momento, el comandante en jefe del Ejército Rebelde manifestó su disposición de mantener la lucha, iniciada en la Sierra Maestra: «Cuba es de ustedes», dijo.

En tanto, en el Parlamento venezolano, Castro destacó el apoyo del pueblo cubano con las fuerzas liberadoras, porque «el mérito nuestro fue creer en el pueblo, tener fe en el pueblo, pero fe ciega».

«La unidad es una cuestión esencial, eso lo sabe el pueblo. Tengo la seguridad de que quien conspire en Venezuela, como en Cuba, contra la unidad, se granjea la antipatía del pueblo», sostuvo.

«Los latinoamericanos no nos vamos a quedar a la zaga del mundo, bastante hemos estado ya en la cola; vamos a adelantar, vamos a hacer lo que es un mandato de los tiempos», con esas palabras Castro sentenciaba el futuro de Nuestra América.

Aliento a Venezuela

Durante su visita a la patria del Libertador Simón Bolívar, Castro alentó al pueblo venezolano a tener más fe en sí mismo. Como dijo en ese momento: «Me iría contento si como consecuencia del triunfo de la Revolución Cubana, si como consecuencia del ejemplo que está dando Cuba, el pueblo de Venezuela se siente hoy más seguro de sí mismo y con más fe en sí mismo».

Al recordar el apoyo que brindó Venezuela a Cuba durante su lucha independentista, Castro detalló que Caracas hizo «llegar el Bolívar hasta la Sierra Maestra» y divulgó las trasmisiones de Radio Rebelde.

«Nos abrieron las páginas de sus periódicos y algunas cosas más recibimos de Venezuela», reseñó.

En esa oportunidad, también refirió la necesidad de que Venezuela respaldara a otros pueblos, cuestión que se haría realidad casi medio siglo después con la llegada de la Revolución Bolivariana y la posterior creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).

«Venezuela es el país más rico de América. Venezuela tiene un pueblo formidable. Venezuela tiene dirigentes formidables, tanto civiles como militares; Venezuela es la patria del Libertador, donde se concibió la idea de la unión de los pueblos de América. Venezuela debe ser el país líder de la unión de los pueblos de América; los cubanos los respaldamos, los cubanos respaldamos a nuestros hermanos de Venezuela», reflexionó Castro.

«Tenemos que acercarnos y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos», continuó en ese momento el líder cubano, un mandato que cumpliría décadas más tarde el comandante de la Revolución Bolívariana, Hugo Chávez, con quien establecería más allá de lazos de hermandad, una entrañable amistad.

AVN

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