Los estudiantes del Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria (MIC) cuentan con nuevos espacios para la enseñanza teórica. Se trata de módulos compuestos por aulas y laboratorios que se habilitaron en centros de salud, con la idea de vincular la escuela y el campo de práctica.
Este lunes, la ministra de Educación Universitaria, Yadira Córdova, inauguró el primero de estos módulos, entre un total de 50 que ya están construidos, de acuerdo con la explicación de Antonio Torres, coordinador del Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria.
«Aunque se trata de un programa con más del 80% de contenido práctico, porque los estudiantes comienzan a vincularse con los centros de salud desde el primer año de la carrera, es necesario crear estos espacios para lograr un área de salud integral comunitaria, donde además de la atención, se incluye la formación del recurso humano para la salud».
El módulo inaugurado este lunes está cerca de un consultorio de Barrio Adentro y una Clínica Popular y al lado del Centro Diagnóstico Integral (CDI) de la UD-6 en Caricuao, Caracas. Comprende dos aulas multipropósito dotadas con mobiliario y equipos para la enseñanza de la medicina, donde 81 estudiantes de MIC y 54 del curso pre-médico ya están viendo clases en diversos horarios.
Desiré Antonela Barrios, estudiante del sexto año de MIC, asegura que estos módulos marcan una diferencia importante en la calidad de la educación.
«En nuestros comienzos no contábamos con estos espacios académicos. Teníamos que ver clases en los comedores de los CDI, en los consultorios, incluso en espacios que habilitaban las comunidades. Aunque la universidad no es la estructura, la hacen los estudiantes y los profesores. Creo que hay estudiantes y profesionales buenos y malos en todas partes, independientemente de la casa que te forme, eso depende del interés y la habilidad de cada quien por aprender», reflexionó la chica de 26 años, habitante de Montalbán, que comenzó la carrera de MIC a los 19.
6 mil más en noviembre
El programa de formación de MIC se desprende de un convenio suscrito entre Cuba y Venezuela en 2005. Su filosofía es rescatar la medicina como una profesión de servicio integral preventivo, a propósito del espíritu lucrativo que ha pasado a caracterizarle en las universidades tradicionales.
A comienzos de este año, el Programa de MIC graduó a más de 8 mil médicos y espera hacer lo mismo con 6 mil más en noviembre próximo. Los estudiantes cursan un pre-médico de tres meses y luego comienzan la carrera, que comprende casi siete años de formación.
Consciente de los prejuicios que pesan sobre ellos, Desiré Antonella espera graduarse entre esos 6 mil con la certeza de que podrá sobreponerse a cualquier ataque.
«Lo que pasa con nosotros es que hay una carga política sobre el Programa de Medicina Integral Comunitaria, si no hubiera sido (Hugo) Chávez quien hubiera creado esto, tal vez no habrían tantos ataques en nuestra contra. La guerra mediática y la discriminación ha sido muy fuerte, pero creo que quien ama el programa puede sobreponerse a eso y más», dijo.
La razón de que las promociones de MIC sean tan numerosas responden a dos factores. Por un lado, se trata de un programa cuyas premisas defienden la inclusión de bachilleres clase media y pobre, con pocas o ninguna posibilidad de ingresar a las casas de estudio tradicionales, que privilegian a los chicos de sectores más pudientes.
En segundo lugar, el programa fue diseñado bajo la modalidad municipalizada de la Misión Sucre. Actualmente, existen más de 22 mil jóvenes formándose como MIC en 311 municipios de todo el país. Es decir, los centros de formación no se limitan a las sedes principales de las universidades, sino que se diseminan por todos los espacios con que cuenta la citada misión de educación superior.
Luego de cumplir y aprobar el pensum de formación, estos estudiantes son acreditados por seis universidades del país, que supervisan el proceso educativo y los acreditan como médicos.
El Ministerio de Educación Universitaria está diseñando un programa de especializaciones para estos nuevos profesionales, en virtud de que las universidades autónomas niegan el acceso a sus estudios de posgrado.
AVN
