Fin de privatización permitió consolidar derecho al agua en Venezuela

Con más de 309 obras que serán ejecutadas a través del Plan Nacional del Agua, creado en 2013, el Ejecutivo Nacional busca optimizar el acceso al agua potable, servicio que dejó de ser un privilegio en Venezuela para ser reconocido como un derecho humano que llega al 96% de la población y supera, desde 2006, las metas del milenio propuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para 2015.

Superadas las metas de la ONU, Venezuela celebra este sábado 22 de marzo el Día Mundial del Agua con un ambicioso plan centrado en llevar el recurso a lugares de difícil acceso y con ello llegar al 100% del país, con una inversión de 16 mil millones de bolívares.

Este programa contempla 309 obras, de las cuales 185 son acueductos rurales, anunció en enero de este año el ministro para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, quien indicó que los trabajos se harán en mancomunidad con las Mesas Técnicas de Agua, que forman parte de una organización comunitaria orientada por las empresas hidrológicas venezolanas, con el fin de incorporar a la población en la gestión del vital líquido y en la búsqueda de alternativas que mejoren la administración del recurso.

«Es todo un plan que permitirá en los próximos años aumentar la cobertura de agua potable. También estamos fortaleciendo nuestras hidrológicas», dijo el ministro en esa oportunidad, en declaraciones transmitidas por Venezolana de Televisión.

Las obras del Plan Nacional de Agua comenzaron a ejecutarse de manera inmediata, mientras otras de mayor alcance se desarrollarán entre lo que queda de este año 2014 y el 2015.

Democratización del agua en Venezuela

Desarrollar este plan en Venezuela es posible porque el Estado concibe el recurso como un derecho para todos los venezolanos, y no como una mercancía.

Fue el propio comandante Hugo Chávez quien rompió con la lógica de la privatización del agua en Venezuela al vetar, en 2004, un instrumento en el que la Asamblea Nacional (AN) daba competencias a los gobiernos regionales para disponer de los humedales, acuíferos, ríos, lagunas y fuentes de agua con fines comerciales, una situación que denunció el escritor venezolano Luis Brito García, el 28 de marzo de ese año.

En un vehemente comunicado, el intelectual venezolano, acompañado de otros pensadores, alertó sobre la ley que se debatía por entonces en la AN.

«Nosotros, intelectuales y creadores, profundamente preocupados por el avance en la AN de una Ley Orgánica de la Hacienda Pública Estadal cuyo artículo 6 hace posible transferir a los Estados y hacer enajenables los ríos, lagos y lagunas, manifestamos nuestro más categórico rechazo a una norma que trata de arrebatar al pueblo venezolano el dominio de sus fuentes de agua potable en el más puro espíritu del Área del Libre Comercio en las Américas (Alca)», denunció.

«En defensa de la humanidad y de América Latina, solicitamos a representantes y autoridades que no promulguen dicho texto legal, y a todos los defensores de la ecología y de los recursos naturales que nos apoyen en esta petición en defensa de la vida de un pueblo», reseña el comunicado.

Al rechazar la puesta en marcha de este instrumento, Hugo Chávez reivindicó a los sectores populares de la población que habían sido excluidos del acceso a este recurso durante los gobiernos de la cuarta República.

Fue así como comenzó un trabajo que, pasados 15 años de Revolución Bolivariana, evidencia mejoras en el nivel de tratamiento de las aguas y de las plantas potabilizadoras. También de las líneas de bombeo, infraestructura que en la actualidad cuenta con un 90% de confiabilidad en los principales acueductos del país.

Con esta y otras acciones, Chávez sentó las bases para el reconocimiento del agua como un derecho en Venezuela, lo cual respondía a los planteamientos hechos en el seno de la ONU, institución que decretó el Día Mundial del Agua en 1992 bajo la urgente necesidad de resguardar el único 2% de agua dulce del planeta.

Han pasado 12 años de ese decreto y la ONU mantiene su planteamiento de preservar el agua y, además, de llevarla a quienes más lo necesiten.

En 2013, la ONU celebró el Año internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, que tuvo entre sus metas reducir a la mitad el porcentaje de personas sin acceso al agua potable, objetivo ya alcanzado en Venezuela y que, aun así, despierta incertidumbre en otros países por lo lentos y desiguales avances registrados hasta la fecha.

Este año, bajo el lema de «Agua y energía», el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, insiste en que los países en continúen con «políticas necesarias para garantizar que el agua y la energía sostenibles estén al alcance de todos, y no solo de unos pocos».

Programación de actividades

Para celebrar esta efeméride mundial, la Operadora de Acueductos del Distrito Capital y los estados Vargas y Miranda (Hidrocapital) lleva adelante diversas actividades escolares, entre las que destacan desfiles y charlas alusivas al vital líquido.

Este viernes, alumnos de la Casa Taller Luisa Cáceres de Arismendi, situada en Guarenas, Miranda, presentaron la obra de teatro «El pueblo Marino y sus habitantes eléctricos».

El próximo lunes 24 de marzo, los estudiantes de la Unidad Educativa Colegio Cepa, también en Guarenas, recibirán una charla sobre la potabilización del agua y el ahorro de energía por parte de servidores públicos de Hidrocapital y de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).

AVN

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