Falleció Jesús Marksman, cultor del Carnaval de El Callao

Este jueves se conoció el fallecimiento del conocido cultor bolivarense Jesús «Chúo» Marksman, uno de los grandes promotores y defensores de las tradiciones vinculadas a los Carnavales Tradicionales de El Callao, declarados en 2016 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Marksman se desempeñaba como presidente de la agrupación La Renovación del Calipso, fundada a principios de la década de 1970, y era uno de los cultores más activos de El Callao, ampliamente respetado por la defensa de las tradiciones heredadas a través de la mezcla de culturas antillanas, anglosajonas, francesa y criolla, que se manifestó en esta zona del sur del estado Bolívar desde mediados del siglo XIX durante la expansión de la industria de la minería del oro y el diamante.

Gitarrista, cuatrista y tamborista, fue un destacado compositor de canciones que deleitan a los miles de turistas y locales que disfrutan de los carnavales más antiguos del país cada año.

Memorias sobre Chúo

El cronista del municipio El Callao, Ramón Emanuelli Poggi, destacó a través de varios escritos la calidad artística de Marksman y de su grupo familiar, en cuyo seno se mezclan el trabajo diario en sus diversos oficios con el de cultores y defensores del calipso, ritmo musical a base de percusión de maderas y metales que caracteriza al carnaval callaoense y cuyas letras se cantan en mezcla de inglés y español.

«Es mucho lo que llevo en los genes de la enseñanza recibida desde el vientre de mi madre y posterior alimento espiritual, desde lo que ocurría con el repiquetear de los tambores por las calles de El Callao, lo que incidió para que sintiera ese palpitar en los primeros años de mi vida», explicó Chúo en una ocasión al cronista de El Callao.

Sobre el éxito de su trabajo, el cultor siempre resaltó que la clave fue haber atraído a los jóvenes de El Callao con composiciones que habían surgido de las comparsas y carrozas de negros medio-pinto, diablos y madamas que caracterizan estos carnavales del sur de Bolívar.

Al respecto, destacaba que el trabajo realizado a lo largo de casi 50 años al frente de La Renovación del Calipso, donde también están presentes muchos de sus familiares, apuntó a «innovar, transformar y evolucionar este ritmo musical y adaptarlo».

De esta manera, había señalado el hoy fallecido cultor, el calipso se mantiene no sólo como un ritmo alegre y vivaz que atrae a jóvenes y adultos en las fiestas de Carnaval, sino que asegura una larga vigencia como herramienta para manifestar el sentir y las ganas de avanzar del pueblo a medida que avanzan las generaciones.

Prensa Digital Mippci / AVN

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