Este miércoles, en conferencia de prensa internacional, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, explicó que la lucha del histórico líder revolucionario Fabricio Ojeda, que será homenajeado el próximo 23 de enero cuando sus restos sean llevados al Panteón Nacional, representa la esperanza y la rebeldía del pueblo venezolano.
“Para el 23 de enero, estaremos realizando una gigantesca movilización para llevar los restos de Fabricio Ojeda al Panteón Nacional Bolivariano, líder que militó en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y que representa la esperanza, la frustración y la rebeldía” del pueblo.
El presidente Maduro recordó que el líder, de 27 años, cubría la fuente gubernamental para el diario El Nacional, dirigido por Miguel Otero Silva, y era corresponsal en Miraflores en tiempos de la dictadura, y fue nombrado presidente de la Junta Patriótica cívico-militar que dirigió las operaciones del 23 de enero de 1958.
“Fabricio Ojeda quería una Revolución, pero luego se impuso en Venezuela un modelo que se llamó el Puntofijismo, fue echado a un lado, como lo hicieron con los líderes de Acción Democrática (…) Con el ejemplo de la Revolución Cubana, renunció a su cargo como diputado al Congreso Nacional de la República y se fue a la lucha armada a las montañas de Lara, a pasar trabajo, a entregar su vida; no como algunos cobardes, que mandan a otros a matarse», resaltó el jefe de Estado.
El Jefe de Estado leyó la carta de renuncia al Congreso Nacional del periodista revolucionario, en la cual expresa que “encontrar una solución es un deber irrenunciable».
Asimismo, relató que cuando Ojeda vino a Caracas a un congreso de fuerzas guerrilleras, ya había manifestado que trabajaría por la pacificación de la república y promover el paso de la lucha armada a la lucha política, cuando fue traicionado por un delator y atrapado por la Policía política adeca.
El jefe de Estado destacó que «este pueblo ofreció su sangre y su vida por la libertad el 23 de enero y nada ocurrió en Venezuela, a no ser el simple cambio de unos hombres por otros, en la administración de Gobierno”.
“Si Fabricio Ojeda hubiese logrado su objetivo, aquí se hubiese gestado toda una generación de líderes”, y es justamente lo que a esa oligarquía apátrida, «que encontró acomodo rápidamente con los gobiernos puntofijistas», no le interesaba, porque «querían tener el país para ellos vendérselo a los Estados Unidos».
El Presidente comentó que fue el también periodista y revolucionario José Vicente Rangel quien encontró el cadáver de Fabricio en el Palacio Blanco, antigua sede del SIFA, «a pocos metros de la oficina del Presidente asesino de mártires revolucionarios, como lo fue Rómulo Betancourt».
Prensa Mippci
