Este es el testimonio del joven quemado por grupo terrorista de oposición en Altamira

Grupos radicales de oposición queman vivo a joven por presumir que era chavista

El joven Carlos Ramírez circulaba el jueves 18 de mayo, alrededor de las tres de la tarde, por las adyacencias de la plaza Altamira de Caracas cuando en cuestión de segundos su vida sufrió un inesperado y lamentable vuelco: «parecer chavista» casi le cuesta la existencia.

Contó que fue agredido por una veintena de encapuchados que insistentemente confirmaban la macabra disposición de acabar con su vida. La agresión verbal en su contra, abrió las compuertas para lo que llegó de inmediato. Una bomba molotov fue arrojada a su humanidad, y el fuego empezó a cumplir su rol.

De nada valió que su piel ardiera bajo la inclemencia, de lo que amenazaba ser una carbonización segura. Las amenazas de muerte fueron engranadas por quienes eran sus autores y de quienes emanaban expresiones de odio, una superior a la otra.

Ahora convaleciente, y aún en delicado estado de salud, Carlos Ramírez narra aquel repudiable hecho. La charla que con sostuvo con una acompañante desde su lecho de enfermo, descubre la secuencia de aquella tragedia.

Carlos: El jueves como a las 3 de la tarde… el jueves entre Altamira y Miranda, ahí bajandito, después de la estación Altamira bajandito ahí… no tenía ni 20 metros ya ahí donde esta como que si fuera una «Te», algo así, ahí, estaba ahí, ahí fue donde me agarraron…

Acompañante: – ¿Conocías a alguna de las personas que te atacaron?

Carlos: No, no vi, toditos estaban encapuchados

Acompañante: – ¿Estaban participando en la marcha?

Carlos: Sí, ellos estaban participando en la marcha, toditos estaban encapuchados, toditos tenían palos piedras, todo, tenían bombas, todo, y uno le decía mátalo, mátalo, pero mátalo, mátalo, uno decía no mano no lo vayas a matar mano pa’ que, ya ve como lo estamos dejando, y el otro un coño ‘e madre nada chico y me lanza la bomba, en lo que me lanza la bomba yo empiezo coño mano pero por qué mano no me mates mano, y empiezo a brinca’ y a corre’ y a corre’ y apagame, a tirarme en el piso como loco hasta que me logro apagar y cojo, y corro hacia donde están los bomberos y me siguen siguiendo todavía los chamos… la policía no se metió en ningún problema de nada la polic… claro ahí estaba hasta la policía esa, la que le dicen de Chacao, no sé… esos policías no se meten en problema ni nada, lo único que se metieron fueron los bomberos a ayudame na’ ma’, no mano déjenlo quieto vale ya déjenlo quieto ya, pa’ que coño el chamo no le esta diciendo que no los conoce a ustedes, déjelo quieto a ese chamo ¿no les está diciendo que no es chavista mano?… déjenlo quieto, pero por qué ustedes le hacen eso… nada vale tiene que morirse, tiene que morirse ese mamaguevo chavista de mierda tiene que morirse… y me fui corriendo hacia lo, hacia los médicos y los tipos me iban persiguiendo y que yo me tenía que morir, me tenía que morir, porque yo era chavista, y yo le decía yo no soy chavista mano, yo no soy chavista mano, pero por qué me van a matar mano si ya ve como me dejaron mano, déjenme vivir mano que quiero ve’ a mi hija mano, que es lo único que tengo aquí mano, yo no me estoy metiendo con ustedes mano…

Acompañante: – ¿Como cuántas personas eran?

Carlos: Como veinte… como veinte personas, y yo les decía mano pero ya déjenme quieto mano, ya no me está viendo como me tienen… nada maldito muérete, muérete, maldito, muérete, muérete, tienes que morite maldito chavista ‘el coño… tienen que morise.

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