Desde hace poco se ha puesto en marcha la Agencia de Representación de Artistas (ARA), que pretende posicionar el talento venezolano a escala nacional e internacional y ser una institución que genere sus propios recursos. Se trata de una “novedosa” iniciativa estatal anunciada por el presidente Nicolás Maduro a principios de octubre, en el acto de clausura del tercer Congreso Nacional de Cultura.
El músico José Jesús Gómez, director del Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM), el ente que desarrolla el proyecto, reconoce que se trata de una empresa ambiciosa que abarcará varias disciplinas artísticas: la música, la danza, el teatro y el circo. No obstante, el servidor público tiene fe en que ARA puede convertirse en una plataforma que catapulte a la fama a artistas venezolanos y que estos puedan vivir de su talento.
-La propuesta de la agencia tenía tiempo rodando ¿Por qué se hizo público ahora?
-Porque llevó todo un proceso de estudio. Regresé a Venezuela en abril, después de haber trabajado casi diez años como agregado cultural –dos años en Panamá y casi ocho en Uruguay–, y durante mi estadía por allá viví la dificultad de llevar agrupaciones a festivales, a eventos internacionales. Siempre tuve la angustia de cómo se podía resolver esto. Comencé a estudiar experiencias en el continente y más allá, como el Buró de Música de Francia, otras agencias en Argentina, en el mismo Uruguay, Brasil y Cuba, que tiene la mayor plataforma de promoción artística. En ese entonces hablé con Fidel Barbarito, que era ministro y comenzamos a ver cómo podíamos llevar todas esas experiencias en Venezuela, porque no tenemos una plataforma que haya logrado que artistas venezolanos se hayan posicionado a escala mundial. Hicimos un ejercicio de sumar cinco nombres internacionales y no llegamos, tenemos solo a Oscar D’León, al maestro Simón Díaz, que se murió, y a Gustavo Dudamel. Hay artistas que tienen cierto nombre pero no son tan conocidos internacionalmente. ¿Cómo hacer la captación? ¿Qué áreas abordar? Pensar todo esto llevó un tiempo, para adecuar la norma y construir un proyecto que fuera digerido por nuestras autoridades, como una plataforma comercial y romper un poco con esa relación país-artista, porque es una propuesta totalmente novedosa. Esto lo discutimos con los artistas.
-¿Qué es lo novedoso de este programa?
-Venezuela nunca había tenido una agencia de representación artística, y ya eso de entrada es nuevo. La agencia tiene como tarea identificar el talento a escala nacional no solo en la música sino en todas las artes escénicas: la música, la danza, el teatro y el circo, identificarlos, armar un catálogo y proponerlo en los diferentes espacios internacionales, mediante un intercambio comercial. Como agencia nos vamos a enfocar en lo comercial, a que nuestros artistas puedan tener espacios en festivales donde concurren grandes figuras, por ejemplo, del mundo de la música. La intención de este proyecto es que sea autosustentable con el paso del tiempo, no podemos depender siempre del recurso asignado del Ministerio de Cultura. Acabamos de traer al maestro venezolano, el pianista Leo Blanco, que vive en Boston y es profesor activo de la Universidad de Berkeley. Vino a hacer audiciones con todos los grupos, hay algunos que se han puesto de moda por su gran nivel pero todos los que vienen detrás quieren hacer lo mismo y a veces esa no es la vía. Leo Blanco, además de escuchar y evaluar el potencial, verá como los encausa. Si de 20 grupos de las audiciones solo 5 están a nivel para sacarlos al exterior, a los otros 15 no los vamos a desechar sino que irán a un proceso de formación. Mucha gente me ha preguntado si este es un proyecto excluyente y les digo que no. Exclusión sería que sabiendo que tenemos un poco de talento no hagamos nada por ello. Queremos brindar una plataforma a todos los artistas regados por el país para que los conozcan en el mundo y puedan vivir de eso. Otra novedad es la relación con el artista. Como agencia nos encargaremos de todo en su vida: sacarle el pasaporte, emitirle los boletos, buscarle y darle los viáticos, acompañarlo al aeropuerto, estar pendiente de su salud, ayudarlo con algún problema legal, acompañarlo si va al exterior, de que lo busquen a la hora, que no le falten las comidas, que si se le rompe su instrumento la agencia se lo busque, que no se preocupe de más nada sino de hacer su arte. Esa relación con el artista es lo que hace la diferencia con una agencia comercial y una empresa del Estado. Una agencia privada te pone en la competencia, en un escenario para que tu compitas con un mercado mundial y no le importa si comes, si duermes bien, si se te rompió el instrumento. Esto no les importa a los privados a menos que tengas un mánager, esa es una figura que muy pocos artistas tienen. Parecen pocas cosas pero son millones de detalles. Otro ejemplo, es que muy pocos artistas en el país tienen videoclips, tenemos que hacer ese trabajo también.
-¿Con la agencia desaparecerá el IAEM?
-No, el IAEM tiene su función, ser el ente rector de las artes escénicas y musicales. La agencia es un proyecto que nace del IAEM y lo que dijo el presidente Maduro en el acto de clausura del Congreso de Cultura, es que va a pasar a ser una empresa del Estado. Será un ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC) con la figura de empresa, será un ente comercial.
EL FILTRO
-¿Qué criterios de selección tendrá esta empresa? ¿Quiénes serán los encargados de la selección de los talentos?
-Quien no va a seleccionar talentos seré yo. Mucha gente me escribe para decirme que quiere ser parte de la agencia y le respondo que no soy yo quien hace la selección. Armamos un equipo de artistas reconocidos, de esos que hicieron su carrera solos como Cecilia Todd, Cheo Hurtado, Leo Blanco y otros grandes que van a ayudarnos a hacer estas audiciones a escala nacional.
-¿Cuándo comenzarán las audiciones?
-Ya, el mes que viene (noviembre). Haremos los anuncios vía redes sociales y en la prensa, en los estados a los que vayamos. Para la visita de Leo Blanco tenemos más de 60 solicitudes y solo lo colocamos en el Facebook del IAEM, llegaron cosas de todas partes que ni siquiera sabíamos que existían. Hay una necesidad tan grande que la información corre como pólvora. El criterio de selección es netamente artístico.
-El MPPC ha mantenido la política de enaltecer las manifestaciones populares, originarias y de tradición. Insisto: ¿ese será el criterio estético de la agencia?
-Forma parte del criterio pero no es el único. Estamos abiertos a toda la diversidad de expresiones. En el equipo de artistas que te comenté está Pibo Márquez, que hace salsa; C4 trío, formado por unos cuatristas que hacen música venezolana influenciada por el jazz; Bituaya, que no hace música tradicional venezolana y Dame pa’matala. En el equipo hay una fotografía del país en el ámbito sonoro. La agencia está estructurada por 36 artistas, pero eso no es lo que vamos a captar. Haremos pequeñas agencias para la música popular, el jazz, la música académica, igual para la danza contemporánea, tradicional, etcétera. Llegará el momento en que tendremos cientos de miniagencias dentro de ARA. Esta es una estructura que crecerá en la medida en que se incorporen talentos.
-¿Cuáles son las metas de posicionamiento en el mercado?
-Esa es una tarea más difícil. Argentina, Brasil y Cuba son conocidos en el mundo por su música. Cuando se va a una discotienda en cualquier parte del mundo consigues música de esos tres países, pero no es así con la música venezolana ¿Cómo vamos a lograr eso? Dentro de las líneas de negocio de ARA está la propuesta de crear un portal web de contenidos digitales, como un iTunes venezolano. Vamos a colgar toda la música que se ha grabado en el Centro Nacional del Disco y a todos los artistas independientes que quieran hacerlo, así como otros bienes culturales. Está propuesto hacer una feria internacional de música, todavía no sabemos dónde, para que vengan programadores internacionales, los que llevan talentos a los festivales del mundo, a las disqueras, a los escenarios. ¿Quién negociará con esa persona? La agencia, no el artista, haremos valer sus derechos de autor, su condición humana y artística ante todo. Tenemos el compromiso y el deber de que nuestros artistas valgan por su identidad, se ha hecho y es viable.
-Quedarían por fuera los artistas pop, por ejemplo.
No, si aquí recibimos una propuesta artísticamente valiosa… No somos quién para cuestionar a un compositor. Vamos a ver qué tenemos a escala nacional para saber lo qué se demanda internacionalmente. En el mercado internacional hay espacio para nuestros artistas.
-¿La agencia se plantea trabajar con el Sistema de Orquestas?
-Claro que sí. Esta no es una agencia del Ministerio de Cultura, es una agencia del país. Queremos, y para eso tenemos las mejores relaciones con el maestro (José Antonio) Abreu. No tenemos la capacidad financiera ni logística para llevar a los artistas venezolanos al resto del mundo. Por eso, nos planteamos también que artistas internacionales alternen con los locales, que compartan un escenario. El año que viene tendremos aquí grandes figuras, con ellos también hemos hablado para que ellos sean plataforma de nuestros artistas en otras partes.
UNA PROPUESTA ECONÓMICA
-Antes de que existiera el Mercado de Industrias Culturales del Sur (Micsur), se realizó el Mercado de Industrias Culturales de Argentina para contribuir con el producto interno bruto de este país. ¿Qué se propone la agencia en torno a esto?
-De eso se trata, de diversificar la economía venezolana. Tenemos la tragedia histórica de tener petróleo y eso no nos ha permitido ver todas las posibilidades económicas que tenemos en nuestro alrededor. Esta es una propuesta para diversificar los ingresos de divisas al país. Los principales cultores del país no se conocen entre ellos, porque no solo somos consumidores de petróleo sino de todo lo que culturalmente nos imponen. Entonces, hay que dar una pelea a lo interno para lograr posicionar a los artistas. Otro de nuestros proyectos es hacer showcase (presentaciones) con las alcaldías y las gobernaciones para que nuestros artistas tengan espacios dignos en los cientos de ferias que se hacen en el país. Esta es la misión de ARA, dignificar al artista desde todo punto de vista. Otra línea de negocios es la apertura de algunos restaurantes temáticos, donde la gente pueda ir a escuchar y ver a sus artistas, con comida venezolana. En Cuba las agencias de representación reportan 80% del presupuesto del Ministerio de Cultura.
-¿Los espectáculos serán con entrada libre?
-No. La gratuidad hay que revisarla con cuidado. En el Festival de Teatro de Caracas las entradas costaban entre 30 y 50 bolívares, y se agotaron. Un refresco cuesta como 40 bolívares ¿Cómo no pagar 50 por una entrada? esta es una forma de valorar al artista. Queremos generar recursos para el Estado.
Correo del Orinoco
