A cuatro años de la implementación de la Ley de Pesca y Acuicultura, promulgada en 2008 y ejecutada a partir de 2009, el Ejecutivo ha destinado 461 millones de bolívares para el otorgamiento de financiamientos y la dotación de botes e implementos a pescadores artesanales.
Así informó este jueves el ministro para la Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, durante un acto celebrado en la Plaza Caracas, en la capital, donde se celebró el Día del Pescador, en conmemoración de una medida ejecutada el 14 de marzo de 2009, cuando las autoridades militares se hicieron presentes en todos los muelles del país para poner fin al método industrial de la pesca de arrastre.
Un año antes, el 13 de marzo de 2008, fue promulgada la nueva Ley Orgánica de Pesca y Acuicultura, que daba un año de plazo a las empresas rastropescadoras para adaptar sus equipos a tecnologías ecológicas, en virtud del daño generado a los ecosistemas marinos y a la producción de la pesca artesanal.
«El comandante Hugo Chávez construyó políticas concretas orientadas no sólo a eliminar el daño que se le hacía a nuestra diversidad marina con la rastropesca, sino que permitieron estimular al pescador artesanal», afirmó Loyo.
Recordó que a partir de 2009 se llevó a cabo un proceso para la eliminación de más de 100 embarcaciones de pesca de arrastre, con la finalidad de reconvertirlas «y ponerlas al servicio de una pesca que sea sustentable y, sobre todo, una pesca que no explote al trabajador del mar».
El ministro también se refirió a la construcción de 11 casas de pescadores para el beneficio de las comunidades pesqueras de todo el país.
«En estos espacios los pescadores se reúnen no sólo para disponer de insumos y artes de pesca, no sólo para llevar a cabo las reparaciones de los equipos, sino también para tener centros seguros de acopio que permitan almacenar y procesar el producto obtenido de las faenas diarias», añadió.
Loyo destacó que gracias a la ley que dio fin a la rastropesca, más de 10.000 pescadores han sido incorporados a la seguridad social por la vía de decretos presidenciales, quienes disfrutan de la pensión de vejez, luego de los 55 años, en el caso de las mujeres, y después de los 60 para los hombres.
«Es un reconocimiento a los adultos mayores que por años trabajaron en el mar y ríos y que al llegar a cierta edad no podían continuar pescando y tenían que sobrevivir sin tener mayor apoyo que los pocos ahorros que podían tener dentro de un sistema de explotación capitalista», explicó.
Pescado a precios justos
El ministro Loyo afirmó que gracias a la acción del Gobierno el pescado dejó de ser un alimento de las clases privilegiadas, para estar al alcance del pueblo venezolano.
«Si antes, durante los gobiernos de la cuarta República no se consumía pescado a un precio justo, no era por ignorancia del pueblo sino porque simplemente la producción de esta rica fuente proteica estaba bajo el dominio de una cadena perversa de comercialización que terminaba explotando al pescador para especular al pueblo», dijo.
Indicó que a través de las ferias socialistas de pescado, que se llevan a cabo en vísperas de la Semana Santa y otras temporadas especiales, los frutos del mar pueden ser adquiridos de manera directa por la población venezolana.
También destacó que en revolución se han construido 17 plantas de procesamiento de pescado, e informó que durante 2013 se edificarán otras 13 para alcanzar un total de 30, «que permitirán que 25% de la producción nacional de esta fuente proteica sea aportada por las empresas de propiedad social».
AVN
