Hace doscientos sesenta y dos años, el 1º de septiembre de 1756, nació en Valencia, estado Carabobo, Miguel José Sanz, político, periodista, y uno de los más notables juristas de la Venezuela colonial.
Estudió en la Real y Pontificia Universidad de Caracas y obtuvo el grado de abogado en 1778, año en que viajó a Santo Domingo para que su título fuera validado por la Real Audiencia de aquella isla. En 1786, tras la fundación de la Real Audiencia de Caracas, Sanz fue nombrado relator de la misma.
Por aquellos días ejerció también como curador ad lítem del menor Simón Bolívar. Junto a sus funciones como secretario y decano del Colegio de Abogados de Caracas, intervino en el proyecto para traer una imprenta durante los años 1790-1793, que sin embargo no prosperó. Promovió la creación de la Academia de Derecho Público y Español, que se instaló el 8 de diciembre de 1790 en su propia casa de habitación.
Intelectual crítico, cuestionó severamente el sistema educativo de la época (1800-1802), lo cual le colocó en conflicto con el cabildo caraqueño. Desde la redacción del periódico «El Seminario», defendió de manera activa la causa patriota, por lo que el Capitán General de la Provincia de Venezuela, Juan Vicente Emparán, le desterró en 1809, enviándole a Puerto Rico. Regresaría al país después de iniciado el proceso revolucionario y emancipador de 1810.
Fungió como asesor en la fundación de la Junta Patriótica, en 1810. Fue Secretario del Congreso de 1811, y fue el primer civil que desempeñó la Secretaría de Estado, Guerra y Marina. En la condición de Vicepresidente de la Cámara de Representantes, en 1812 se opuso a la Capitulación de Miranda y, luego de caer la Primera República, pronunció en el Congreso un discurso a favor del perdón de los implicados en la rebelión de Valencia.
Estuvo preso en Puerto Cabello hasta junio de 1813; la audiencia decretó entonces su libertad, circunstancia que utilizó para huir, junto con la mayoría de los caraqueños, en 1814, en la llamada emigración a Oriente. Murió combatiendo en la batalla de Urica, el 5 de diciembre de 1814.
Las obras en las que venía trabajando durante los últimos meses de su vida fueron destruidas por los realistas, con lo cual se perdió un importante legado para la comprensión de la historia del proceso emancipador patrio.
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