El general Juan Vicente Gómez, conocido como El Benemérito, fue presidente de Venezuela entre 1908 y 1935, protagonista de la dictadura más larga que haya vivido nuestro país en el siglo XX. Formó parte de la Revolución Liberal Restauradora que emprendió Cipriano Castro en 1899; se le llegó a reconocer como el “pacificador de Venezuela”, iniciando así su fachada de gentil gobernante, hasta el golpe de estado que atinó contra Castro.
Juan Vicente Gómez Chacón, nació el 24 de julio de 1857, en el estado Táchira, en el seno de una familia de hacendados, característica de su vida que marcó su forma de gobernar, al estilo de administración de una hacienda; incluso, su caprichosa actitud le llevó a desplazar la capital política del país de Caracas, hacia Maracay, reafirmando ese aire provinciano de su gestión.
Se le criticó por los serios índices de pobreza y descuido a la educación, sin embargo, es posible destacar algunos aspectos positivos en el ámbito de las relaciones internacionales y compromisos financieros de la nación, dado el importante impacto del inicio de la explotación petrolera: canceló las deudas que el país sostenía con terceras naciones y se invirtió en infraestructura pública, así se abrieron carreteras, instalaron puentes y construyeron aduanas y aeropuertos; además de la creación de la Fuerza Aérea Venezolana, con sede en su predilecta Maracay.
La arquitectura erigida en la era gomecista cuenta aún con notables ejemplos como: el Monumento a la Batalla de Carabobo, en Valencia; la Plaza de Toros Maestranza César Girón de Maracay, de Carlos Raúl Villanueva; y el Nuevo Circo de Caracas, obra de Alejandro Chataing.
Su largo periodo de gobierno fue disfrazado con artilugios legales que incorporaba gobernantes mampara de corta duración, así como algunas enmiendas constitucionales que le permitieron mantenerse en el poder hasta el día de su muerte, acaecida en Maracay, curiosamente, el 17 de diciembre de 1935.
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R.AG
