EFEMÉRIDES | Misión Robinson cumple 16 años alfabetizando a millones de venezolanos

«Yo sí puedo». Con esta frase millones de venezolanos de sectores históricamente excluidos se empoderaron de la lectura y la escritura para salir del analfabetismo y entrar a un mundo de conocimientos, gracias a la creación de la Misión Robinson.

Este programa social se convirtió en punta de lanza de la Revolución Bolivariana, pues, en apenas dos años logró letrar a 1.482.543 venezolanos e hizo que el país se alzara como un territorio libre de analfabetismo, así lo reconoció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por sus siglas en inglés.

De acuerdo con esta institución internacional, para que un país o territorio sea calificado dentro de esta categoría es necesario que más del 96% de la población mayor de 15 años de edad debe saber leer y escribir, y Venezuela lo logró.

«Yo sí puedo» se llama el método de enseñanza de las primeras letras desarrollado por especialistas y asesores cubanos implementado en territorio venezolano, para llevar el conocimiento a las comunidades más remotas y a quienes nunca tuvieron la oportunidad de leer y escribir, sin importar su edad, condición o ubicación geográfica.

La misión le debe su nombre a uno de los intelectuales americanos más importantes de todos los tiempos: Simón Rodríguez, quien decidió usar el seudónimo de Samuel Robinson durante un periodo.

El Comandante Hugo Chávez, siempre visionario, creó una de las más hermosas obras de su gestión como Presidente de la República de Venezuela, con especial atención en los adultos, promoviendo la educación integral en aquellas personas que históricamente habían sidos excluidos del sistema educativo, con saldos dramáticos de la crisis política y social de Venezuela durante 40 años de gobiernos capitalistas y neoliberales.

Tras ganar la Presidencia, el líder de la Revolución Bolivariana otorgó prioridad especial al rescate y refundación del sistema educativo nacional. Se elevó el presupuesto, de 2,8% del Producto Interno Bruto hasta más de 7%, y se promovió la transformación del proceso educativo con el objetivo de acabar con la exclusión que ocasionaba el no saber leer y escribir.

«Más que mil autopistas y más que mil viviendas es importante un ser humano que aprenda, para que vuele libre. De qué vale más de un millón de autopistas si por allí transitan personas ignorantes. Si queremos acabar con la pobreza demos poder al pueblo y el primer poder es la educación», expresó en una oportunidad.

Para Chávez, la Misión Robinson también representaba una herramienta contra el imperialismo que ejercen las potencias económicas.

Este importante programa se concibió como estrategia mancomunada entre la ciudadanía, a través de sus organizaciones sociales e instituciones gubernamentales.

Las actividades comenzaron el 23 de mayo de 2003, con un plan piloto aplicado en el Distrito Capital y los estados Vargas, Miranda y Aragua. Los resultados exitosos del plan confirmaron la selección del proyecto educativo, por lo cual, el 1° de julio de 2003, se inició formalmente el Plan Extraordinario de Alfabetización “Simón Rodríguez”.

Los primeros 100 mil venezolanos, que aprendieron a leer y escribir gracias al Plan Nacional de Alfabetización de la Misión Robinson, recibieron su certificado de manos del líder revolucionario, Hugo Chávez.

La Misión Robinson ha llegado hasta las comunidades indígenas del país, alfabetizando a los pueblos originarios asentados en Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Monagas, Sucre y Zulia, brindándole asistencia integral a uno de los sectores más desatendidos de la nación.

Enseñar a leer y a escribir a los indígenas ha sido uno de los mayores retos de la misión, ya que fue necesario traducir los textos a los idiomas indígenas: Jivi, Ye’kwana, Kariña y Warao.

También incluyó a la población penitenciaria al sistema educativo venezolano, permitiendo la alfabetización, prosecución al sexto grado de Educación Básica y continuidad a las misiones Ribas y Sucre de todos aquellos internos e internas que lo requieran.

Para las personas con discapacidad visual, se elaboró la cartilla “Yo sí puedo” en el “Sistema Braille” y manuales específicamente diseñados para los invidentes, produciéndose así un material innovador, práctico y acorde a las necesidades de los mismos.

Con Robinson nacieron otros programas educativos, como las Misiones Ribas (Educación Media) y Sucre (Educación Universitaria).

Cuba tuvo un papel fundamental en la puesta en marcha de estas misiones. La cooperación entre el país caribeño y Venezuela ha sido significativa durante los años de la Revolución Bolivariana, gracias a la relación de hermandad que forjaron los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez.

Con el fin de garantizar la prosecución al sexto grado, tanto de los egresados de Robinson I, como de todas aquellas personas que por algún motivo abandonaron en algún momento sus estudios de educación formal, el 15 de septiembre de 2003 fue creada la Misión Robinson II.

Esta fase, de uno de los más emblemáticos programas educativos impulsados por la Revolución Bolivariana, cuenta con 16 años de creado.

Este programa de post alfabetización se apoya en el método “Yo sí puedo seguir”, en colaboración con Cuba.

El 27 de junio de 2016, fue creada la Misión Robinson Digital, con el objetivo dar la batalla por la verdad en la redes sociales, medios utilizados en las campañas de mentiras contra Venezuela.

Para lograr esta meta, en una primera etapa, se realizó la formación de 6 mil facilitadores que tendrán la tarea de ir a las bases de misiones, infocentros, salas de informática y telemática a dictar los talleres en el uso de redes sociales y en la creación de nuevos contenidos para difundir la verdad de Venezuela y su proceso político democrático y de inclusión.

El programa, no solo es una herramienta para aprender a usar las redes sociales y herramientas tecnológicas, sino para la formación de ciudadanos críticos que generen contenido para avanzar en el desmontaje de la guerra no convencional.

Hoy en día, la Misión Robinson continua educando en las comunidades más vulnerables, a través de los círculos de lecturas que promueven la construcción de la Patria socialista, completamente independiente y soberana.

El presidente de la República, Nicolás Maduro, afirmó que este programa educativo ha permitido llevar adelante una de las misiones humanitarias más importantes.

“Es un acto histórico, de lo que hemos sido, somos y seguiremos siendo. Es una de las misiones humanitarias más importantes que se han hecho en Revolución”, aseguró.

La Misión Robinson I y II ha logrado alfabetizar a tres millones 086 mil 826 venezolanos y venezolanas, indicó el Jefe de Estado en noviembre de 2018, a propósito de la graduación de la IV avanzada de la I Cohorte de la Micro Misión  Simón Rodríguez.

Prensa Digital MippCI

 

 

Send this to a friend