EFEMÉRIDES | Hace 73 años fue bombardeo en Hiroshima

En medio de la Segunda Guerra Mundial, el presidente estadounidense Harry S. Truman atacó al Imperio de Japón con dos bombas atómicas; una en Hiroshima y otra en Nagasaki, a finales de la primavera de 1945.

El 26 de julio, EEUU junto con sus aliados, demandó a Japón su capitulación, amenazando con una «destrucción total» en caso de negativa. La nación japonesa no respondió a este ultimátum. Como consecuencia, el presidente norteamericano Harry Truman autorizó los ataques atómicos «a partir del 3 de agosto» de ese año.

Cinco localidades —Kokura, Hiroshima, Yokohama, Niigata y Kioto— fueron elegidas como objetivos ‘adecuados’ para el ataque. Nagasaki, por su parte, fue incluida en la lista de blancos secundarios, en caso de un cambio de planes.

El 6 de agosto, a las 08:15 de la mañana, la bomba atómica ‘Little Boy’ fue lanzada desde el bombardero ‘Enola Gay’ sobre el centro de la ciudad de Hiroshima. La explosión, con una potencia de 16 kilotones, se produjo a 600 metros de altura, borrando prácticamente a toda la ciudad del mapa; solo los edificios más resistentes quedaron en pie.

Tres días después, el 9 de agosto de 1945, un nuevo ataque fue lanzado por las fuerzas americanas. El objetivo principal era la ciudad de Kokura, pero a causa del mal tiempo el bombardero ‘Bockscar’ decidió cambiar de rumbo a favor del objetivo secundario de la misión: Nagasaki. Así, a las 11:02 la bomba atómica ‘Fat Man’ explotó a 503 metros de altura sobre la ciudad con una potencia de 21 kilotones.

Aproximadamente entre 130 y 240 mil personas murieron en los bombardeos a las dos ciudades japonesas, y miles fallecieron como consecuencia de la radiación y de las enfermedades causadas por la contaminación radioactiva.

Después de los bombardeos, el presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, declaró que el ataque atómico contra Japón, era una venganza por el ataque de Pearl Harbor y amenazó al país nipón con una «lluvia de destrucción desde el aire jamás vista en esta tierra».

Tras el ataque contra Hiroshima, la entrada de la Unión Soviética en la guerra y la repetición del bombardeo atómico contra Nagasaki, Japón capituló ante los Aliados el 2 de septiembre.

Actualmente, en la zona del epicentro del bombardeo, existe un Parque Memorial de la Paz y un Museo Memorial, que homenajea a las víctimas y se ha convertido en un símbolo del tremendo daño que el ser humano puede llegar a causar y la necesidad de que nunca se vuelva a llegar a esos extremos.

Prensa Digital MippCI

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