El 16 de junio de 1822, Simón Bolívar llegó triunfante por primera vez a la Ciudad de Quito, en compañía del General Antonio José de Sucre, quien había comandado de forma heroica al ejercito independentista en la Batalla de Pichincha, derrotando al ejército español y liberando a Ecuador del yugo colonialista.
El Libertador Bolívar llegaba a Ecuador luego de haber triunfado en la Batalla de Bomboná que daría, junto a Pichincha, la estocada final al ejército español y que consagraría en la historia a Sucre y Bolívar como héroes Latinoamericanos.
El pueblo ecuatoriano celebraba en grande la llegada del Libertador, entre cohetes, repique de campanas y algarabía. Desde los balcones eran lanzados ramos de flores por las mujeres del pueblo, entre ellas se encontraba Manuela Sáenz, quien se enamoraría de El Libertador ese mismo día, siendo el gran amor de su vida y su más fiel defensora.
Manuela Sáenz narraría en su «diario de Quito» el primer encuentro con el Libertador de la siguiente manera: «Cuando se acercaba al paso de nuestro balcón, tome la corona de rosas y ramitas de laureles y la arrojé para que cayera al frente del caballo de S.E; pero con tal suerte que fue a parar con toda la fuerza de la caída a la casaca, justo en el pecho de S.E. Me ruboricé de la vergüenza, pues El Libertador alzó su mirada y me descubrió aún con los brazos estirados en tal acto, pero S.E. se sonrió y me hizo un saludo con el sombrero pavonado que traía a la mano«.
«El corazón me palpitaba hasta el delirio, creo que esto de ser patriota me viene más por dentro de mí misma que por simpatía» Manuela Sáenz, (Diario de Quito).
La caravana prosiguió hasta llegar a la plaza donde estaba un sillón para recibir a El Libertador, donde fue coronado 12 veces. En la noche hubo fiesta para el pueblo y fuegos artificiales.
En un encuentro posterior, en el baile de bienvenida a El Libertador, él le manifiesta: «Señora: si mis soldados tuvieran su puntería, ya habríamos ganado la guerra a España«. Manuela y Simón Bolívar se convirtieron en compañeros sentimentales y de lucha durante ocho años, hasta la muerte de éste, en 1830.
Manuelita sería el gran amor de Bolívar; además es bien conocida su heroica actuación cuando, la noche del 25 de septiembre de 1828, un grupo de partidarios de Francisco de Paula Santander intentó asesinar al Libertador en el palacio de Gobierno en Bogotá, Colombia.
Prensa Digital MippCI/Agencias
