– El presidente de la Comisión permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, Ricardo Sanguino, destacó este domingo que con las acciones económica adelantadas por el Gobierno durante 2013 se demostró qla especulación en los precios de venta al consumidor final, por parte de los importadores, con divisas otorgadas a tasa preferencial de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).
«En las acciones económicas del pasado año 2013 se demostró que hay diferencia abismal entre el valor de la divisa otorgada a través de Cadivi y el precio de venta al usuario o consumidor final, y al compararse inclusive el precio de importación declarado en las facturas difiere sustancialmente del precio del mismo producto en el país de origen», dijo Sanguino en entrevista con el programa Diálogo Con…, transmitido este domingo por Televen.
El diputado defendió las recientes decisiones económicas tomadas por el Ejecutivo, que anunció el pasado miércoles la activación de un nuevo sistema cambiario, con dos bandas de precios para la divisa: una tasa preferencial de 6,30 bolívares por dólar, para elementos prioritarios, y una tasa máxima fijada por las subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), dirigida a otros aspectos no esenciales: los viajeros al exterior, las tarjetas de crédito, las líneas aéreas, las remesas familiares, inversión extranjera y reaseguros.
A 6,30 bolívares quedan entonces las divisas para casi 80% de los requerimientos productivos y necesidades del país, los estudiantes en el exterior, pensiones y jubilaciones, consulares y diplomáticos y casos especiales, que por lo general están vinculados con la salud.
Por otra parte, también fue publicada en Gaceta Oficial la Ley Orgánica de Precios Justos que establece severas sanciones para delitos que han constituido el foco de la guerra económica de la derecha venezolana: la especulación, el acaparamiento, el boicot y la usura.
En este contexto, Sanguino reflexionó que Venezuela «tiene prioridades y tiene que racionalizar el consumo -no es una exigencia, ni prohibición- es una racionalización del consumo en que se demanden bienes que sean necesarios».
AVN
