De Petare a La Carlota, la ruta del desarrollo

7:30 de la mañana, puente Baloa en Petare. 154 hombres y mujeres, habitantes de la populosa parroquia capitalina son los protagonistas de una jornada de valoración social que inicia a diario con el reconocimiento de la capacidad que ellos tienen de aportar al desarrollo social y económico del país.

Baloa es la parada de autobús en la que de Lunes a Viernes, a las 7:30 a.m. y a las 4:30 p.m., Rafael Díaz tiene un transporte seguro, en conjunto con otros habitantes de la zona. En el van y vienen de su casa al trabajo estos petareños que conforma el equipo encargado de fabricar con sus propias manos los celulares Orinoquia.

Parte de la elaboración de estos equipos recae en una Empresa de Producción Social (EPS) de la Industria Electrónica Orinoquia, que funciona en el Complejo Tecnológico de La Carlota.

A sus 34 años, Díaz no se imaginó ser parte de ese proceso que aporta calidad y tecnología para la comunicación diaria aproximada de un millón 500 mil caraqueños que, en la actualidad, usan estos equipos.

«Nunca es tarde para aprender», dice Díaz, quien está por culminar sus estudios de educación media y diversificada en la Misión Ribas. Él cree haber iniciado de forma tardía los estudios, sin embargo, ya está pensando en continuar en la Misión Sucre.

A pesar de no estar graduado, Díaz fue postulado por su comunidad para trabajar en Orinoquia, en la que se desenvuelve como operador 1 en la línea de ensamblaje, y su experiencia le ha permitido trabajar como técnico informático de celulares con tecnología China.

La Industria Electrónica Orinoquia nació en 2010 producto del convenio tecnológico con China, en el que Venezuela posee el 65% de las acciones.

Para Díaz «ha sido un cambio total», porque «antes de llegar esta revolución no podías hacer cosas y ahora puedes ser universitario con un título, y saber que esto es aporte para el desarrollo económico de la nación».

De acuerdo a su propio testimonio, siente que pasó por un proceso de inclusión, formación y desarrollo en lo individual y en lo colectivo, y eso es lo que reciben al formar parte de esos cuatro millones de venezolanos incorporados a los medios de producción entre 1999 y 2012.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), en septiembre de 1.999 el empleo formal en Venezuela se encontraba en 48,9% de la ocupación.

Empero, Rafael Díaz y los 153 trabajadores de Orinoquia estaban excluidos de la mirada sustitutiva de las empresas transnacionales, quienes durante años estuvieron apoderados de los medios de producción en Venezuela.

Esa realidad cambió. Las mismas cifras del INE indican que para septiembre de 2012 la tasa de empleo y ocupación en el país incrementó a 59,0%, lo que constituye una diferencia de 10,2 puntos porcentuales.

Empresas de Producción Social (EPS) como Orinoquia, Vtelca, Venvidrios, ZGT, Ensambladora de Motos KMV, Venezolana de Cementos, entre otras, además de la incorporación al trabajo a través de la Misión Saber y Trabajo, han impactado de forma positiva en la mejora de calidad de vida de los venezolanos con el incremento de los puestos de empleo y la reducción del índice de desempleo que bajó de 8,6% a 7,9% entre abril y mayo de 2012.

«Ese celular lo hago yo»

Un total de siete mil 500 equipos celulares se producen a diario y esto para Rafael Díaz es orgullo personal y colectivo.

«Uno de los más grandes beneficios es saber que trabajas en una empresa como esta y cuando vas a la comunidad y ves los celulares dices ¡Mira! Eso lo hago yo», comenta Díaz.

Además de encontrarse en las manos de más de millón y medio de usuarios, los celulares Orinoquia ya cuentan con nueve modelos, y dos de ellos tienen sus versiones, para un total de 11 modelos fabricados, son productos económicos y de tan alta calidad que rápidamente desaparecen de los stand de la empresa de telefonía celular Movilnet.

«A veces la gente en la calle te pregunta ¡Mira! ¿cuando vas a fabricar más modelo tal o cual? Y uno sabe que es porque un teléfono es de muy buena calidad, porque yo lo hago, porque antes de venderse pasa por mis manos y eso me llena de orgullo».

Superar el millón de equipos

Cuando Orinoquia se creó en 2010, comenzó con una producción de 124 mil 339 equipos. Su proceso era lento, quizás, porque desde el primer teléfono ensamblado garantiza calidad y servicio óptimo.

Con el transcurrir de los años y ante el incremento de la demanda de usuarios que buscan teléfonos con alta tecnología, buena resolución digital y a bajos precios, Orinoquia incrementó en 2011 su producción a 794 mil 688 equipos, mientras que hasta el 31 de octubre, fueron fabricados 800 mil 988 equipos. Sin embargo, la meta de este año es llegar al millón 100 mil celulares, de acuerdo con cifras aportadas por Kai Chen, presidente de Orinoquia.

En la actualidad, los modelos que están en producción son: C6110 (tiene dos versiones), C8600, 5120BT, 65635 y C6111, estos dos últimos están por promocionar.

La industria Orinoquia no sólo fábrica de celulares, pues la avanzada tecnológica de apoyo chino, ha transferido conocimiento para ensamblar aquí, en Venezuela, módems, teléfonos fijos e inalámbricos.

AVN

 

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