Cruz de Mayo, canto y tradición a la lluvia y a la tierra

Del capullo a la cruz. Las primeras flores del año abren su pétalos y con ellas se reafirma la fertilidad de la tierra. La mano laboriosa del campesino ha contribuido durante todo el año para que el alimento perdure, pero la fe mueve a miles de venezolanos que cada año bailan, cantan, comparten y rezan a la Cruz de Mayo.

La llegada de la época de lluvias indica la fertilidad del suelo y cada 3 de Mayo esta manifestación cultural que enraíza la identidad de Venezuela agradece a Dios esta bendición. Se viste a la Cruz y comienza la fiesta.

A golpe de fulías, malagueñas, galerones, décimas, punto y llano, junto a otros tonos, la celebración cobra características autóctonas si se trata del oriente, el centro o el occidente del país. El rosario y los cantos surgen de la creación popular, por lo que la deidad a la cruz se hace más cercana al pueblo, se materializa.

 “Saca la cruz mi María,

Ponla en el patrio ligero

Pa’ pédile un aguacero,

 Que morimos de sequía”.

Este canto de petición a la lluvia, original del cultor venezolano Luis Mariano Rivera, es parte del ritual en algunos estados del país. Otros rezos, sin embargo, son alzados desde la madrugada del 2 de mayo:

Santísima Cruz
Buenas noches nos dé Dios
Buenas noches nos dé Cristo.
Buenas noches nos dé la Santísima Cruz
Bendita sea la Santísima Cruz y el que la aportó
San Juan Bautista, la Magdalena y la Santísima Dolorosa
Y me acerco a ti, a pedirte la Bendición, en unión de mi familia,
mis amigos, mis vecinos, mis paisanos de Ciudad Bolívar y todo Oriente.
Para que nos bendigas y nos eches la Bendición
Y nos protejas de todas las cosas malas
Y de los peligros.
Y nos bendigas en el nombre del Padre, del Hijo.
Y del Espíritu Santo. AMEN

El origen de esta práctica popular hoy está alejada de la celebración con que la Iglesia Católica recuerda el hallazgo del madero en el cual murió Jesucristo, en el año 324. Venezuela ha convertido la celebración en un espacio de encuentro colectivo en el que todos colaboran desde el decorado de la cruz para -al bajar la luz del día- cantar por la vida y la fertilidad.

Reconocimiento y desarrollo
“La Cruz de Mayo es la petición de los campesinos, del pueblo que espera de la madre tierra los frutos y esa petición, mezclada con el quehacer cultural, con la celebración religiosa,  se hace fiesta después de los velorio porque vendrán las lluvias y las cosechas”, comentó para YVKE Mundial el viceministro de Cultura para el Desarrollo Humano, Néstor Viloria.

Para el representante del despacho para la Cultura esta representación del arraigo venezolano demuestra la vinculación de las tradiciones venezolanas con la fertilidad, el cuidado de la tierra y la convivencia comunal de los pueblos.

“Reconocernos es fortalecernos, es poder entender cuál es nuestro origen y nuestro papel la sociedad. Es permitirnos acercarnos entre los iguales con amor; defender nuestra patria. Entender que ahí -en las manifestaciones tradicionales- es donde están nuestros orígenes, nuestro amor por lo que han cultivado nuestros ancestros”, apuntó.

 La fe en la naturaleza y las ganas de trabajar la tierra forma parte del reconocimiento venezolano, de la identidad popular, de la Cruz de Mayo.

YVKE Mundial

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