Conoce porqué los manifestantes «pacíficos» visten una indumentaria de guerra

«Los muchachos de la resistencia«, encapuchados, armados con bombas Molotov y máscaras antigases, son los responsables de las quemaduras sufridas a José Víctor Salazar Balza, joven militante de la ultrederecha que resultó gravemente quemado mientras manifestaba «pacíficamente»con el incendio de la moto de un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana, en Caracas.

El portal Cuatro F precisó que «el joven encapuchado y con una máscara antigases se encontraba manifestando de manera violenta y se prendió en fuego a consecuencia de una bomba molotov que fue lanzada por uno de sus compañeros contra una motocicleta de la Guardia Nacional Bolivariana que, al igual que el manifestante, se prendió en llamas».

Este domingo, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, reveló que Salazar formaba parte de un grupo de 40 jóvenes traídos a Caracas por el diputado opositor Américo de Grazzia, relacionado con la explotación del oro en el sur del país.

Por su parte, el secretario de Gobierno del estado Zulia, Giovanny Villalobos, denunció la agenda violenta de la ultrederecha que comprende actos terroristas, entre ellos, la quema del palacio de Gobierno, “hago responsable al señor Guanipa porque estaba alentando (este lunes) a una turba con un documento que incita a la quema del Palacio de Gobierno».

Villalobos aseguró que los partidos de ultraderecha «Voluntad Popular y Primero Justicia tienen una agenda de violencia que ya no es oculta”.

El funcionario reflexionó, “pensemos en nuestros hijos, a quienes están poniendo como carne de cañón para recibir disparos de ellos mismos, vimos personas armadas esperando una trifulca que generara disparos y señalar a la Guardia Nacional y a la Policía”, continuó Villalobos.

Bajo el manto de «manifestaciones pacíficas», se pretende amparar acciones terroristas ejecutadas por sectores de ultraderecha en varias ciudades del país, que portando un equipamiento e indumentaria de guerra, que comprende chaleco antibalas, máscara antigas, capucha, bombas Molotov y explosivos, han causado la muerte de 40 personas y más de 800 heridos, saqueos y daños a comercios e instalaciones privadas y públicas y destrozos y quema de vehículos.

Tal es el caso del secuestro e incendio de una gandola cisterna de gasolina, en Cabudare, estado Lara, a manos de grupos violentos financiados por la ultraderecha, manifestantes «pacíficos» que amenazan colocando barricadas ardientes, queman, saquean y destruyen semáforos, paradas de bus, oficinas gubernamentales, el Hospital Materno Infantil y hasta  un Simoncito.

No respetan nada, no les duele esa quema indiscriminada y alocada que ya comienza a quemarlos a ellos mismos, aún portando toda una indumentaria diseñada para diseminar la violencia y el terror en Venezuela.

Pero ¿quién está detrás de estos grupos de terroristas y quién los financia?

La plataforma digital “Go Fund Me”, establecida en California, Estados Unidos, que ayuda a recaudar fondos para diferentes eventos que incluyen «financiar el derrocamiento de un gobierno democrático», así lo describe el médico retirado José Carlos Frías en el portal Ensartaos.

En este sentido, Frías denuncia que a través de la citada plataforma estadounidense, es muy fácil «crear una campaña para dotar de máscaras antigas y chalecos antibalas a un grupo de “luchadores por la libertad”.

De esta manera, el médico denuncia que se envían «armas y equipamiento para el combate, y en vez de eso, colocan “suplementos varios”.

Frías detalla que al colocar la palabra “Venezuela” en el buscador de dicha página, aparecen «2.592 campañas que emplean las frases: “Medicine & First Aid to Venezuela”, “Medical Supplies for Venezuela”, “Helping Venezuela”, “Helping Dogs in Venezuela”, “SOS Venezuela”, “Rescue My Family From Venezuela”, entre otras.

El médico precisa que una de las áreas en la que se enfocan dichas campañas es el «financiamiento para cubrir las protestas de calle».

En este sentido, detalla que «hay campañas que van mucho mas allá y piden directamente máscaras antigas y suplementos (Gas masks & supplies for Venezuela) (https://www.gofundme.com/memsrc)».

Frías explica que una de las citadas campañas, «que actualmente documenta las protesta/marchas que se llevan a cabo en Caracas, convocadas por la oposición (…) fue iniciada el 25 de abril de 2017 y tiene como meta recaudar la cantidad de 1700 dólares para “comprar máscaras antigas, cascos de protección y quizás algunos chalecos que facilite nuestra labor en la calle. Estaremos muy agradecidos si nos ayudas a conseguir este monto”.

Igualmente, Frías precisa que «otras campañas benéficas que a pesar de haber comenzado a recaudar fondos a principios de abril del presente año, ya han recaudado entre 2.000 y 3.000 dolares. Como por ejemplo la campaña “Todos por Venezuela” comenzada el 11 de abril del 2017 (…) desde la ciudad de New York, ha recaudado hasta la fecha la cantidad de 5.220 USD para “adquirir: Médicamentos e insumos para los manifestantes en Venezuela; Equipos de paramédicos; Máscaras de gas; Materiales e implementos de primeros auxilios».

Frías explica que en la red, puede conseguirse infinidad de campañas muy fructíferas para financiar los actos de terrorismo ejecutados como arma política en Venezuela, “Medical Supplies for Venezuela lleva 10.000 dólares recaudados, Help Rescue Our Family In Venezuela, 3.000 USD, SOS Cats and Dogs in Venezuela 3.500 USD, Help Venezuela’s Starving Children, 11.000 USD, Help sending food to Venezuela, 14.000 USD, Feed Venezuela’s starving animals, 4.000 USD, Helping Dogs in Venezuela, 5.000 USD».

Finalmente, Frías razona que probablemente «estas campañas están captando recursos para financiar una agenda oculta en Venezuela, este dinero recogido está siendo dirigido a la compra de armas o el financiamiento de paramilitares».

Explica que dichos sitios «sin pelos en la lengua piden ayuda financiera para comprar máscaras antigas y chalecos antibala, con el fin de enfrentarse a las fuerzas de seguridad y orden público en el país suramericano».

Finalmente, Frías asoma la posibilidad de que muchos de estos «contribuyentes» solo sean parte de un mecanismo para «lavar recursos a la oposición venezolana para desestabilizar al gobierno».

Prensa Mippci

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