Conoce la tradición de la quema de Judas

La tradición que solemos llamar «quema de Judas»,  es una de las actividades  de connotación cultural y religiosa, más representativas de la Semana Santa venezolana. Su origen se encuentra en España y se difunde con distintas modalidades en muchos lugares del mundo.

Esta Costumbre traída por los españoles a toda América Latina, desde los primeros siglos de la colonización europea, la quema de Judas, para algunos investigadores, sería un ritual folclórico inspirado en las persecuciones a los judíos que se inició en la Edad Media, durante la Inquisición.

Para otros, Judas quemado sería una personalización de las fuerzas del mal, el rastro de cultos para obtener buenos resultados al principio y al final de las cosechas, realizadas en diversas partes del mundo. Incluso hay algunos historiadores que afirman que la costumbre es un vestigio de las fiestas paganas de los romanos.

En Venezuela  el ajusticiamiento al apóstol traidor se realiza mediante su incineración (en otras latitudes se le apalea, cuelga o mantea, entre otros castigos) para ello,  en el transcurso de la Semana Santa recorren las casas pidiendo ropas con las que vestirán al «muñeco», además de pedir a los transeúntes algunas monedas como colaboración  que antiguamente eran colocadas en el interior del muñeco y caían por la acción del fuego.

Estas monedas representan aquellas por las que Judas vendió a Jesucristo y que posteriormente arrojó en el Templo.

La quema se realiza en la tarde del domingo santo. Se extiende un cable o cuerda  entre ambas veredas a una altura de tres metros y a la mitad de calle se cuelga la figura, del tamaño de un hombre promedio, embadurnada en algún líquido inflamable. Antes de comenzar el fuego, se procede a leer un testamento en el que Judas deja sus pertenencias a algunos de los vecinos, produciendo la risa de los asistentes (esto no ocurre en todas las quemas, dado que no tienen un reglamento fijo y cada cerro, barrio y sector tienen una forma propia de organizarlo).

Una vez iniciado el fuego se comienza a bambolear,  al mismo tiempo que se le va simbólicamente dando expresiones por traidor al muñeco que representa.  La celebración finaliza una vez que el Judas cae al piso y se apaga.

En nuestro país, se quema a los traidores, a todos los que de un modo u otro hayan por su conducta o comportamiento social se hayan ganado el tilde de desleales colocándoles a los muñecos preparados para ser quemados, la cara o rostro del traidor de su elección.

Prensa Digital MippCI

 

 

 

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