Cuando el reloj marcó las tres de la tarde, los transeúntes de la esquina de Gradillas en el casco histórico de Caracas, dejaron de lado su andar cotidiano para presenciar como el arte y el deseo de informar se unieron para plasmar el sentir de un grupo de venezolanos, que ante las acciones injerencistas y desestabilizadoras -promovidas por la derecha nacional e internacional- salieron a respaldar la Patria que los vio nacer.
La música, la actuación de un joven mimo y las palabras de los participantes del movimiento de comunicadores populares ComuniCalle, abrieron el telón de la jornada que -entre otras cosas- tenía como premisa resaltar los logros de la Revolución Bolivariana.
La puesta en escena se paseó por varios escenarios. La dominación que la élite burguesa e imperial pretende instaurar en Venezuela a través de acciones injerencistas como la oculta en el Decreto Ejecutivo de Estados Unidos donde se califica a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad de esa nación fue una de las primeras en aparecer.
Como un invitado que llega sin ser esperado, el peso de las cadenas opresoras -que acá existieran sino fuéramos un pueblo autónomo y soberano- aplastaron a un joven con anhelos de superación que veía con tristeza como su futuro se le escapaba de las manos.
El sonido de los aplausos dio pie a una nueva representación. Ahora el tema no eran las acciones injerencistas extranjeras sino los ataques promovidos por ciertos personajes de la derecha venezolana en contra de los programas y proyectos sociales creados por el Gobierno Nacional.
La esencia de la denominada Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional se ejemplificó con el sufrimiento de una mujer a la que le arrebataron a su marido en “las manifestaciones pacíficas del 12 de febrero de 2014” y la indignación que sintió al saber que los hombres detrás de éstos cruentos asesinatos podrían quedar en libertad con la aprobación de la Ley de Amnesia Criminal.
Con un tono más esperanzador se representó la alegría y el compromiso de los miles de venezolanos que gracias a la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) hoy disfrutan de un techo digno y que jamás permitirán que una ley que busca privatizar éste derecho le arrebate a otros tantos la oportunidad de vivir en estas unidades habitacionales.
En la jornada también se promovió la puesta en marcha de la Agricultura Urbana, demostrando lo fácil, rápido y beneficioso que es sembrar para contribuir al desarrollo y despunte del modelo económico productivo de la Nación.
“Esa agricultura de la que tanto se burlaban, hoy es una realidad (…) Contribuyamos a la consolidación de la soberanía alimentaria”, dijo enfática una de las voceras de ComuniCalle.
Los representantes de esta iniciativa comunicacional conocida como ComuniCalleculminaron su presentación señalando que seguirán desplegados para informarle al pueblo no sólo las “buenas nuevas de la Revolución” sino para mostrarle a los escépticos lo que pasaría en el país si los planes del imperio se desarrollaran en Venezuela.
Karelys González/ Fotos Luis Laya/ Hoy Venezuela
