«Chávez es un pana más de nosotros»

La victoria popular de este 7 de octubre estuvo sazonada del sudor madrugador de quienes trabajan diariamente y de los jóvenes que construyen patria con su creatividad. La campaña por la presidencia fue forjada a punta de música, diseños, apropiación de espacios públicos y amor patrio de los colectivos culturales venezolanos.

«Nosotros somos la esquina, la parranda, el dominó, el sancocho, la gallina (…) Los que ponemos la vida para que la historia cambie» entona el cultor llanero Gino González, en un vídeo casero que grabó en compañía de compadres y amigos del barrio, al calor de un nutrido hervido dominical.

En palabras de González, el trabajo audiovisual tenía como objetivo acompañar la candidatura de Chávez, «esas ganas de sentirnos victoriosos por la garantía de que él (Chávez) sea nuestro comandante más allá de la propaganda política y la publicidad».

Sus palabras se hacen visibles en las imágenes capturadas en el material audiovisual, en donde el sudor del obrero frente a una construcción o el sonar del cuatro ante una copla sabanera evidencian la raíz más originaria del venezolano: la alegría contagiosa y la manera optimista de mirar y hacer la vida.

Así como Cayapo, colectivo al que pertenece González, los jóvenes también alzaron sus voces a favor de la victoria popular del 7-O, con el trabajo gráfico de movimientos como Miranda será otro Beta y el Ejército Comunicacional de Liberación (ECL).

El primero nació en el estado Miranda en respuesta a las ineficientes políticas del gobierno de turno. «Somos la clase que antes no había sido tomado en cuenta, somos los ‘peluos’, los que no tenemos ideas en la cabeza. Nuestra intención es demostrar que ellos están equivocados», puntualiza Emilio Hernández.

Entre las actividades realizadas cuentan la recuperación de escuelas, el remozamiento de canchas deportivas y la construcción de estudios de grabación con ayuda de la comunidad, la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital.

La buena recepción que tuvieron estas iniciativas avivó al público joven y por ellos el colectivo decidió emprender una campaña gráfica alternativa en la que se muestra a Chávez como un taxista, jugador de baloncesto o motorizado.

«Con Chávez nos sentimos identificados porque él escucha a los jóvenes excluidos. Él es un pana más de nosotros que anda por ahí, haciendo el mismo trabajo que uno», sintetiza el joven Maiker Martínez.

El mural como expresión popular se adueñó, en principio, de las calles de la parroquia Petare y hoy en día se aprecia en numerosas avenidas de la capital en señal de apoyo al presidente Chávez y como estimulo de superación para jóvenes y adultos.

Quienes inyectaron creatividad a la campaña Chávez es otro beta fueron los integrantes del ECL, que a punta de diseños atractivos e imágenes capturaron la atención del público de todas las edades.

«Nuestra participación viene de las ganas por construir un país más justo y equitativo. Con nuestro trabajo queremos bajar del trono al ego artístico que divide a la gente. Nacimos para romper la hegemonía comunicacional impuesta por medios privados», resume Rogmy Armas.

Si bien las formas de actuar son distintas, los tres colectivos coinciden en la necesidad de construir un modelo cultural más natural, autóctono y sin posturas falsas. «Una cultura que exprese cómo sentimos, comemos, vivimos (…) Una cultura que otorgue valor amoroso al sacrificio de este pueblo, sobreviviente a pesar de tanta vaina», describe González.

«Somos la leña, el agua y el condimento»

La propuesta de hacer el vídeo llamado Nosotros con Chávez emergió del poeta Ramón Mendoza, también del colectivo Cayapo, quien quiso responder a las grandes campañas mediáticas con una buena dosis de parranda colectiva para demostrar quiénes están con el presidente electo venezolano.

«Si escuchas la canción completa, repararás que entre la sencillez se emiten conceptos más profundos en cuanto al papel que desempeñamos los pobres en en el proceso revolucionario, mas allá de la plusvalía y la trillada consigna de la lucha de clases», destaca el cultor popular.

La canción misma es una consigna en favor de sectores, en otrora desconocidos por gobiernos, que expresan, desde su cotidianidad, las semejanzas entre ellos y Chávez.

Y aunque ellos son «los empobrecidos, los obreros, los del barrio, los ‘tierruos’, los relegados, los cara de ‘culpables», también son quienes «decidimos el gobierno que nos cuadre», porque representan las mayorías liberadas de la opresión capitalista. Ellos, como dice el vídeo, son: «la leña, el agua y el condimento».

Beta como jerga popular

El lenguaje popular también se anotó como herramienta de identificación entre el líder revolucionario y la gente que hace patria con él. Ejemplo de esto son las expresiones coloquiales empleadas en la campaña Chávez es otro Beta.

Beta, en la jerga popular, significa un evento, un cambio, sea bueno o malo. «Para nosotros ‘el beta’ es inclusión social a través de música, grafitis y recuperación de espacios que son nuestros», explica Martínez.

Los grafitis son la mejor prenda del movimiento. En ellos Chávez se viste de rapero, deportista, motorizado y hasta «porta el estilo» holgado del muchacho común de las zonas populares del país. «A nosotros se nos considera los ‘cara de culpables’ por la marca social que llevamos desde que nacimos, pero él (Chávez) también viene de abajo, como nosotros», comenta Hernández.

Uno de los aforismos son «Chávez, el que pao», que se traduce en persona a quien se le tiene alta estima y Con «Chávez, abre cancha» se manifiesta que es el hombre que ofrece más oportunidades.

Asimismo, «Chávez el que porta el estilo» asemeja «la manera cómo tú te presentas a los demás. Él es quien marca la diferencia ante lo convencional», expone Martínez.

«Nosotros estamos resteados»

«Nosotros estamos resteados, no creemos en otra vía posible. Para nosotros es importante construir el socialismo hasta que esté establecido definitivamente en el país», manifiesta Armas cuando se le pregunta sobre el compromiso del colectivo una vez obtenido el triunfo popular.

Decididos a aproximarse a jóvenes, el ELC programó agitaciones de calle en sectores capitalinos como La Pastora, 23 de Enero, San Agustín y Capitolio en las que spray en mano el colectivo exhortaba a participar espontáneamente a los jóvenes en la creación de murales y folletos de contenido político-cultural.

«Hubo saldo organizativo. Más allá de la campaña con nuestro trabajo están naciendo núcleos endógenos en toda Caracas que garantizan la emancipación de nuestra cultura», resumió Armas.

AVN

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